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Arquitectos: Schwartz and Architecture
- Área: 76 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Douglas Sterling Photography
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Proveedores: Bosch, Fireclay, Kohler

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Hace millones de años, los volcanes del Valle de Sonoma arrojaron magma caliente por el paisaje. A medida que la lava se enfriaba, los gases de la erupción quedaron atrapados, formando cavidades porosas en lugar de cristalizarse en densas rocas. Estas rocas ennegrecidas —riolita, basalto, andesita y pumita— todavía salpican el paisaje, sorprendiendo por su ligereza a pesar de todas las apariencias.

La estructura se sitúa como otro "punto" en el paisaje abierto y hace referencia a la resiliencia de las rocas ennegrecidas, utilizando materiales inherentemente resistentes al fuego, estuco cementicio, metal de junta alzada y revestimiento de cedro ennegrecido en la tradición del Shou Sugi Ban. Este último es tanto una referencia conceptual al proceso de formación de rocas volcánicas como una estrategia práctica para la protección contra incendios.



Al estudiar el diagrama que equilibra un denso eje de almacenamiento con una zona de estar abierta hacia el valle, exploramos varias posibilidades para el tamaño y la función de la casa. Al final, para ajustarnos al presupuesto, redujimos el proyecto aprobado en un tercio, eliminando simplemente un módulo de la configuración ampliable. La versión final de 76 m² conservaba la esencia del concepto original, pero en una forma más compacta.



La «casa de invitados» será en realidad la residencia principal durante bastante tiempo. A pesar de la parcela de 40 acres, los clientes ven el proyecto como un desarrollo gradual. Por ahora, esta pequeña estructura satisface perfectamente las necesidades de fin de semana de la familia y sus hijos gemelos. Precisamente por su reducido tamaño y sus funciones esenciales, cada detalle es fundamental. Aquí, la sensación casi paradójica de ligereza en el techo oscuro y robusto se convierte en la pieza central del proyecto. La estructura se concibió como un objeto escultórico que recuerda las rocas volcánicas diseminadas por el valle.

El proyecto propone una relación duradera y no invasiva entre la casa y este paisaje cada vez más amenazado por el fuego, una arquitectura que se inserta con ligereza, pero también con resiliencia, en este frágil territorio. Además de los requisitos normativos de sostenibilidad, el proyecto adopta esta premisa a un nivel aún más esencial. El punto más crítico es que se trata de una residencia completa para una familia en un espacio de sólo 76 m² dentro de una parcela de 40 acres; al fin y al cabo, una de las formas más eficaces de construir de forma sostenible es construir lo mínimo necesario. Uno de los clientes trabaja en este ámbito y sigue de cerca todo el proceso de diseño y construcción desde esta perspectiva. Todos los materiales se eligieron por su bajo impacto ambiental, desde los azulejos del baño y las especies de madera hasta los sistemas de la casa, que incluyen energía solar y un pozo y fosa séptica independientes de la red.
