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Arquitectos: Pablo Larroulet, blaq arquitectos
- Área: 270 m²
- Año: 2024
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Fotografías:Macarena Whittle
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Proveedores: Arauco, Coral Clay, Masisa USA

Descripción enviada por el equipo del proyecto. Los fuertes vientos que caracterizan la zona costera del litoral central de Chile inspiraron el diseño de esta casa.


Ubicada a 15 minutos de Punta de Lobos, en la comuna de Pichilemu, se emplaza en un entorno natural, a pocos metros de la playa. Situada en el punto más alto del terreno, domina el paisaje con amplias vistas hacia el océano, coincidiendo con el norte, una orientación privilegiada en el hemisferio sur que permite el ingreso de luz natural durante todo el año.

Esta apertura hacia el norte planteaba un desafío: enfrentar los intensos vientos predominantes del sur, conocidos como el "surazo".

Esta dualidad entre la conexión con las vistas y la protección frente al viento definió las estrategias clave del diseño. A través de su sinuosidad, la casa no solo atenúa el paso del viento, sino que se integra en su movimiento, desviando su flujo de manera natural para proteger su interior. Así, la casa se convierte en viento, mimetizándose con el paisaje mediante formas orgánicas que emergen con sutileza desde lo alto del terreno, sin alterarlo.

Desde arriba, la planta se despliega como dos alas extendidas que se entrelazan en un centro protegido, donde se desarrolla el programa. Desde el horizonte, estas alas parecen surgir suavemente del terreno en desnivel, creando un refugio de calma y contemplación.

La casa se extiende a lo largo de todo el terreno, con su acceso principal desde la fachada sur, orientando las vistas hacia el mar. La circulación principal se organiza en un eje oriente-poniente, distribuyendo las áreas comunes —como la cocina, el estar y los talleres— en el ala este, mientras que las zonas privadas —dos habitaciones para los hijos, una habitación de invitados y el dormitorio principal— se ubican alrededor de una sala de estar en el ala oeste, que articula y conecta los espacios.


Ambas alas se unen a través de un patio central abierto hacia el norte, eliminando la necesidad de pasillos oscuros. Este espacio ilumina toda la casa y permite recorrerla siempre acompañado por la vista del océano Pacífico.


Con el revestimiento se buscó dar continuidad visual a toda la fachada, fabricada con madera de pino extraída de los árboles que rodean el lugar. Su tono natural se funde con la vegetación baja y las gramíneas de la zona. La disposición vertical y espaciada de las tablas aporta una cualidad semipermeable, frenando la aceleración del viento y creando un efecto de luces y sombras.

Diseñada como vivienda principal para una familia joven, La Casa en el Viento promueve espacios abiertos, fomenta el encuentro y establece una conexión íntima con la naturaleza.
