Descripción enviada por el equipo del proyecto. Los edificios surgieron como respuesta a un proyecto de iniciativa pública para la construcción de guarderías en varias áreas de Lisboa, a través de un concurso lanzado por el Ayuntamiento. El punto de partida fue una solución estandarizada que permitió una intervención económica, ejecución rápida y la creación de una imagen identificable, haciendo que estas instalaciones fueran reconocibles en toda la ciudad. La propuesta se basa en la superposición de módulos estructurales de hormigón armado, con sección en "U", conformando las superficies del edificio. La elección de este material está vinculada no sólo a la configuración modular, sino también al requisito evidente en el programa del concurso de garantizar soluciones de alta y probada durabilidad y bajo mantenimiento.
La estandarización de las soluciones implica naturalmente una analogía formal entre las cuatro guarderías. La imagen de los edificios surge de las potencialidades y limitaciones impuestas por el sistema de construcción modular. Desde el exterior, es posible una clara lectura tectónica de los edificios: las juntas son visibles y se puede discernir cada uno de los módulos y la forma en que están dispuestos y apoyados. Estas 4 guarderías presentan una distribución orgánica y funcional similar: dos grupos de módulos en forma de "U" superpuestos, albergando diversos compartimentos, y un pasillo central entre ellos donde tiene lugar toda la circulación horizontal y vertical (pasillos, escaleras y ascensores). También es en estas líneas de pasillos centrales donde se encuentran las secciones principales de la infraestructura de calefacción, ventilación y aire acondicionado, llegando a los compartimentos a través de las paredes laterales adyacentes.
Los espacios de circulación son rectos y lineales, facilitando la orientación del usuario dentro del edificio y la visibilidad entre todas las áreas, promoviendo la funcionalidad y la seguridad. Los espacios exteriores se han diseñado como una prolongación de las actividades interiores. Se proponen algunas zonas pavimentadas antideslizantes para poder utilizar juguetes con ruedas. También se ha considerado la existencia de zonas ajardinadas para realizar actividades al aire libre con los niños. La cubierta vegetal de la mayor parte de la superficie exterior contribuye a la permeabilidad del suelo. La elección de las especies vegetales y arbóreas se basó en criterios de adaptación al clima, escasa necesidad de agua y exclusión de especies que pudieran causar problemas alérgicos.
Las guarderías se distribuyen en dos pisos, haciendo su implantación más compacta, por forma a responder a la exigüidad de los lotes (todos en áreas urbanas consolidadas) y a maximizar el espacio de los patios de recreo. Las zonas de servicio principales (cocina, áreas administrativas, lavandería, etc.) se ubican en la planta baja, mientras que las salas de actividades para los niños se distribuyen por los dos pisos. Todas esas salas tienen acceso directo al exterior – en la planta baja, para el patio; en el piso superior, para terrazas.
Todos los componentes estructurales de estos edificios, incluidos los cimientos, se prefabricaron en una fábrica en condiciones controladas. Después se montaron en el lugar en pocos días. Estos componentes prefabricados no sólo forman la estructura del edificio, sino que también definen las fachadas, los suelos y parte de los compartimentos interiores. Este planteamiento permitió un proceso de construcción más rápido y controlado, evitando el hormigonado en la obra, reduciendo el impacto en su entorno - menos residuos, menos ruido y menos polvo. El objetivo era aumentar la red de guarderías públicas de la ciudad sin perturbar el vecindario circundante durante la construcción. Tanto el proceso como el resultado fueran igualmente importantes para lograr este objetivo.
