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Arquitectos: Mora Hughes Arquitectos
- Área: 900 m²
- Año: 2021
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Fotografías:Luis Abba
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto se encuentra en Las Compuertas, Mendoza, Argentina, en un sitio largo y estrecho con vistas privilegiadas a las montañas. En respuesta al deseo del cliente de construir una bodega sostenible que dejara la menor huella de carbono posible, los arquitectos propusieron un diseño basado en materiales reciclados y elementos en desuso, integrándolos en una construcción funcional y estéticamente única.
La tarea inicial fue identificar elementos reutilizables que pudieran obtenerse localmente y en cantidades suficientes. Se recuperaron y transformaron vigas viejas de un almacén de adobe en ruinas, contenedores de envío desechados y tubos de perforación de petróleo, entre otros materiales recuperados, convirtiéndolos en el esqueleto y la esencia del edificio.
Los tubos de perforación de petróleo formaron las columnas principales de la estructura, dispuestas estratégicamente en una cuadrícula para soportar el techo de la nave central. Estas columnas se construyeron conectando cuatro tubos de tubería con secciones intermitentes de tubos de mayor diámetro en el centro. Las vigas de madera antiguas fueron cuidadosamente desmanteladas y reinterpretadas; con el pendentif ahora mirando hacia abajo, le otorgan un estilo moderno y distintivo al techo. Alrededor de la nave central, los contenedores de envío se utilizaron como recintos, creando áreas funcionales como la tienda de vinos, salas de cata, almacenes y oficinas. Este diseño modular optimizó el uso del espacio y mantuvo los principios del reciclaje a lo largo del proyecto.
El desarrollo del proyecto fue un desafío continuo, ya que los materiales debían obtenerse de "chacaritas" o rescatarse de demoliciones. Como resultado, el proceso de construcción se interrumpió con frecuencia, exigiendo ajustes y modificaciones de diseño sobre la marcha para acomodar los recursos disponibles.
Cada elemento recuperado narra su historia única: la madera reutilizada del entrepiso de la antigua bodega ahora sirve como partición dentro de los contenedores. Al mismo tiempo, los paneles de aluminio del antiguo techo del icónico Hotel Aconcagua han sido reimaginados como revestimientos elegantes. Además, los restos de madera maciza de la construcción de la bodega se han cortado en tiras uniformes, creando un acabado cálido y cohesivo que envuelve completamente la sala de cata.
El resultado final es una bodega que combina armónicamente lo nuevo y lo viejo, con detalles únicos que destacan la reutilización creativa de materiales, respondiendo eficientemente a la funcionalidad requerida por el proceso de vinificación. El enfoque sostenible y colaborativo entre el estudio y el cliente no solo redujo la huella ambiental, sino que también le dio al proyecto un carácter auténtico y coherente con su entorno.