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Arquitectos: Estudio Borrachia
- Área: 200 m²
- Año: 2023
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Fotografías:Luis Barandiaran
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Desde hace algunos años estamos trabajando en una serie de obras que formarán parte del equipamiento necesario para el funcionamiento del campo de deportes de la Universidad de Morón en tierras que antiguamente pertenecían a la Base aérea y que fueron cedidas al municipio para uso deportivo y comunitario.
Ubicando estas tierras en el mapa físico del Amba entendimos que constituyen junto con la base aérea de palomar y sus terrenos aledaños uno de los pocos vacíos que todavía conservan naturaleza en estado salvaje cercana a la ciudad de Buenos Aires, un reservorio de especies tanto vegetales como animales que merecen ser observadas con suma precaución al vincularlas con los programas y usos pensados tanto por el municipio como por las instituciones que hoy ocupan esos espacios. Además de constituir un área permeable y absorbente que funciona como controlador de inundaciones para las lluvias actuales gracias a sus escorrentías y pendientes naturales.
Atentos a esas características estamos generando un paisaje nuevo a través de la sumatoria, y la integración con la naturaleza, de una serie de experimentos arquitectónicos en un territorio que actualmente carece de equipamiento comunitario y que excede en nuestras intenciones el solo hecho de servir como campo de deportes para la Universidad. La idea es armar una especie de parque comunitario que contenga actividades específicas para la docentes y estudiantes de la UM, pero que también puede albergar a otras instituciones zonales que no cuentan actualmente con infraestructura deportiva o con espacios de recreación y contacto con la naturaleza .
Entre esas piezas de arquitectura que se van gestando y construyendo según una planificación que muta y se consolida a medida que avanza, se encuentra el Salón de Usos Múltiples recientemente inaugurado; un espacio de usos abierto y flexible de 200 m2, construido totalmente en seco y conformado por una estructura de grandes piezas metálicas preparadas en fábrica, transportadas al sitio y pensadas para ser montadas en unos pocos días; y un módulo interior para sanitarios, apoyo y depósito conformado por paneles también metálicos .
El SUM domina el centro de referencia o infraestructural del predio y convive con otros edificios como la casa “Mecano”, el “Módulo Productivo Rural”, el “hábitat 7”, el Edificio de Vestuarios y servicios, actualmente en obra, y algunas piezas de mobiliario y equipamiento elaboradas por estudiantes de la Escuela Superior de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Morón como parte de su tesis de graduación.
La obra, que cuenta con un espacio cubierto de 120 m2 y una galería semicubierta de 80 m2, se encuentra emplazada en el sector al que llamamos deportivo, se abre francamente hacia la cancha de futbol a la manera de una grada interior/exterior cumpliendo con la premisa de abarcar varios programas en uno y se cierra a las peores orientaciones logrando acentuar claramente su intención de mirador y buscando armar una especie de fachada-cartel liviana hacia la calle.
Cuenta con tres espacios claramente definidos , los servicios y el sector de apoyo con la cocina , un salón bajo que sirve de nexo con las parrillas y el espacio mas alto y amplio que hace de salón principal a la vez que se conecta con las galerías y el resto de los sectores sin ninguna división. De hecho, la carpintería que vincula a este salón con la galería se puede abrir completamente plegándose contra la estructura rompiendo la idea de interior o exterior y ampliando el uso cuando el clima lo hace posible.
A estas galerias que rodean el espacio interior por dos de sus caras también las podemos clasificar por usos, una, la mas corta y lateral, se presenta como de ingreso a la manera de un hall al que se llega por una rampa; y la otra, la que ocupa todo el frente, mira francamente a la cancha como una extensión del salón o como un lugar para sentarse a mirar el partido. De todas formas ambas se conectan permitiendo una diversidad de usos típicos de estos programas.
También el SUM propone funcionar como aula cuando alguna actividad así lo requiera planteando espacios de reunión de configuraciones diversas según la disposición del mobiliario. Todo el conjunto utiliza lógicas de acondicionamiento pasivo, tales como ventilaciones cruzadas y colchones térmicos protegidos del sol, como las galerías y las “sobrecubiertas”, o la Separación del terreno natural para permitir que la naturaleza siga su curso. A futuro contamos poder “enchufar” al edificio una serie de artefactos generadores de energía con el fin de estimular la desconexión del mismo a las redes.
Un juego de pendientes discrimina los espacios de acceso y servicio con una cubierta más baja del salón principal que levanta y logra, al ser más elevado, un sistema de ventanas altas móviles que permiten salir el calor acumulado cuando la temperatura interior así lo requiera o manteniéndolo dentro en épocas frías. El sum como tantas de las piezas de arquitectura que imaginamos en el estudio surge no solo de las condiciones funcionales solicitadas por el cliente, o del estudio del sitio inmediato de implantación, sino que se enmarca y es atravesado por diferentes investigaciones que al verificarse o no en este edificio serán útiles a otros proyectos en futuros próximos e inmediatos.