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Arquitectos: Daniel Fromer
- Área: 368 m²
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Fotografias:Beto Riginik
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Implantada a orillas de un río, la casa se desarrolla a partir de una construcción discreta e integrada a la naturaleza circundante. El proyecto de arquitectura, firmado por la oficina de Daniel Fromer & Arquitectos, buscó satisfacer los deseos de los clientes de tener una casa completamente insertada en el pueblo local, en la ciudad de Santa Cruz Cabrália, Bahía.
La generosidad del terreno permitió a los arquitectos crear un programa desestructurado: una casa distribuida en tres bloques que albergan las funciones sociales, íntimas y de servicio. El bloque principal, frente a la playa fluvial, alberga la suite principal y un salón integrado a los balcones y a la cocina abierta. El segundo bloque se asemeja a una cabaña, albergando dos suites y una sala para huéspedes. El tercero cuenta con el lavadero, un depósito y un taller, donde el propietario se dedica a trabajos manuales.
La inexistencia de una puerta de entrada o vestíbulo hace que el acceso a la residencia se realice desde un bloque social transparente, con una vista al río en el fondo, de ahí el nombre Casa do Rio. La insolación y las diferentes crecidas y vaciados del río que bordea el amplio terreno de la casa crean diferentes escenarios en cada momento del día.
La sostenibilidad social y ambiental está en el centro del proyecto, presente desde la concepción, como la ubicación de la casa en medio del pueblo y los distanciamientos del río, hasta los materiales de demolición y reuso que fueron ampliamente utilizados. La mano de obra también es local, con el equipo de arquitectos siempre atento al cuidado de estos profesionales.
Las materialidades armonizan la construcción con otras tradicionales del lugar, traduciendo el contexto social circundante, como: mampostería blanca en las paredes, cemento quemado en el piso, peroba-rosa en el techo y tejas cerámicas de demolición, además de la cubierta de taubilha, un recurso típico de la región.
En la fachada, destacan los muxarabis, una pieza de origen árabe en forma de celosía de madera, que permiten la entrada de iluminación y ventilación natural en los ambientes interiores. Para este proyecto, el elemento fue hecho a medida, y su diseño recuerda las estructuras existentes en la finca de la familia del residente, rescatando su pasado afectivo.
En el área exterior, una escultura realizada por el artista José Resende tiene como materia prima las varillas de cobre que sobraron del terraplén de la casa y los troncos de peroba remanentes de la obra del techo. En el interior, la decoración fue ideada por los residentes, revelando sus experiencias y recuerdos, ya que los muebles contemporáneos y las piezas producidas por carpinteros locales y de municipios cercanos se complementan con los muebles heredados de la familia.