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Arquitectos: Andrés Rubio Téllez Arquitecto
- Área: 336 m²
- Año: 2022
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Fotografías:Mateo Pérez
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Proveedores: La petite cocinas, NICOLAS AYALA
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Casa La Ilusión, situada en un terreno inclinado de 14 metros de desnivel en el centro histórico de Barichara, enfrenta el desafío de integrarse armoniosamente en el entorno arquitectónico tradicional del pueblo. El lote, previamente vacío, presentaba una pronunciada pendiente que requería una solución innovadora para la construcción de la vivienda. El diseño aprovecha la pendiente mediante una arquitectura disgregada, articulada con terrazas y jardines, creando un perfil escalonado que se adapta al terreno y refleja las fachadas locales.
Para mantener la coherencia con la arquitectura tradicional de Barichara, se emplearon materiales locales como tapia pisada, adobe, piedra, madera y caña brava. Los muros de tapia pisada y bahareque, junto con el bloque de tierra compactado (BTC) y los pañetes tradicionales hechos con estiércol de caballo, tierra y cal, se combinan para ofrecer una construcción que honra las técnicas ancestrales de la región. La piedra Barichara, material insignia de la zona, se utilizó con diversos acabados: rústico, aruñado, abuzardado y puntereado, destacando en áreas como la ducha al aire libre, donde se dispuso en una geometría circular.
El acceso a la vivienda se realiza a través de un volumen superior que alberga la zona social. En el umbral de acceso, un espejo de agua da la bienvenida y actúa como elemento bioclimático que, en conjunto con el efecto de inercia térmica de los muros en tapia pisada de los cerramientos, baja la temperatura del espacio hasta 8 grados centígrados. Este espejo de agua se cruza mediante un puente, creando una entrada que no solo es funcional sino también simbólica, marcando la transición entre el exterior y el interior de la casa.
El diseño incluye un mural cerámico de Juanita Richter que retrata flora y fauna local, integrándose con el paisaje de buganvillas plantadas en el patio que atraen aves, creando una conexión visual y ecológica con el entorno. El proyecto toma inspiración del caney de tabaco, una construcción típica de la región, empleando técnicas tradicionales en la estructura de la cubierta con par y nudillo, acabados con teja de barro y caña brava. Los detalles de amarre con bejuco Pedro Alejo para las columnas de madera añaden autenticidad y valor artesanal al diseño.
Las ventanas y los espacios entre los volúmenes de la casa potencian las vistas hacia la catedral y los techos de teja del pueblo, integrándose armoniosamente con el paisaje urbano. Los jardines y terrazas proporcionan espacios verdes que no solo embellecen el entorno, sino que también promueven la biodiversidad local. El proyecto no solo se destaca por su materialidad y diseño contextual, sino también por su enfoque en la sostenibilidad y el respeto por las tradiciones locales.
Las técnicas constructivas empleadas en espacios contemporáneos son reflejo de un profundo compromiso con la preservación del patrimonio cultural de Barichara. Los procesos de construcción manuales y el uso de talleres artesanales locales aseguran que cada elemento de la casa cuente con una historia y un significado particular, manteniendo viva la artesanía de la región.
