La descarbonización del sector de la construcción ya no es una elección sino una necesidad. A medida que las naciones se esfuerzan por reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero para el 2050, cada vez está más claro que las normas de construcción actuales no son suficientes para impulsar un cambio tangible. Lograr los objetivos climáticos requiere que las economías defiendan medidas que impulsen la neutralidad de carbono al mismo tiempo que gestionen los costos asociados de manera efectiva. ¿Cómo afectarían las estrategias de rendimiento de emisiones netas cero, los costos de la construcción?
El costo del carbono
La arquitectura contribuye significativamente a las emisiones de carbono a través de la construcción y las operaciones de los edificios. Según el Informe de Estado Global de M&G Real Estate de 2018, el 28% de las emisiones de carbono se atribuyen a la energía utilizada para iluminar, calentar y enfriar los edificios. Además, el 11% de las emisiones provienen del carbono incorporado, es decir, las emisiones relacionadas con la construcción de edificios, el transporte de materiales, la fabricación, la instalación y los impactos del fin de vida. Los estándares convencionales de sostenibilidad, como BREEAM o LEED, a menudo conllevan costos adicionales. La industria está descubriendo soluciones alternativas más accesibles y financieramente viables para una amplia gama de proyectos.
Comprender los costos asociados con los edificios neutrales en carbono exige reconocer la diferencia entre los costos iniciales de construcción y los gastos operativos a largo plazo. Las tecnologías y materiales innovadores tienden a tener inversiones iniciales más altas. En comparación con las alternativas tradicionales, los paneles solares fotovoltaicos, el aislamiento avanzado, los sistemas de climatización energéticamente eficientes y otras tecnologías sostenibles tienen un precio más alto. Las tecnologías verdes también requieren grandes inversiones en investigación y desarrollo, lo que aumenta el gasto inicial.
El costo de los edificios neutrales en carbono es relativo, influenciado por factores como la ubicación, el tamaño, la complejidad del diseño y las tecnologías disponibles. Lograr el balance neto requiere prestar igual atención al diseño sostenible, los materiales de alto rendimiento, los sistemas energéticamente eficientes, las fuentes de energía renovable, la certificación y los ahorros operativos.
Los edificios verdes tienen un retorno de inversión
El argumento comercial para reducir las emisiones de carbono en la construcción es cada vez más evidente. Las empresas de bienes raíces que invierten en la reducción de carbono pueden exigir alquileres más altos, acceder a oportunidades valiosas de subvenciones y adelantarse a los mandatos gubernamentales que pueden imponer tarifas elevadas por las emisiones de carbono. Los edificios neutrales en carbono pueden generar mayores ingresos, ya que los inquilinos están dispuestos a pagar más por espacios en edificios respetuosos con el medio ambiente. Los informes muestran que las certificaciones verdes resultan en primas de alquiler del 6% y primas de venta del 8%. Por el contrario, los edificios con calificaciones de sostenibilidad deficientes enfrentan consecuencias económicas, con una disminución del valor de la cartera. Las renovaciones para mejorar la sostenibilidad son mucho más costosas que integrar estándares verdes desde el principio, lo que puede proteger contra futuras regulaciones.
Las próximas y establecidas regulaciones gubernamentales en todo el mundo enfatizan la necesidad de reducir el carbono en la industria de la construcción. El incumplimiento de estas regulaciones puede resultar en multas substanciales y aumentar los costos operativos. Comprometerse con la adquisición de bajo carbono también puede abrir nuevas oportunidades para las empresas de construcción y mejorar su reputación como actores sostenibles.
Determinar los costos de lograr un estándar de carbono cero para los edificios ha sido un desafío debido a las definiciones en constante evolución y la rápida evolución de la tecnología. Por ejemplo, los costos fotovoltaicos han caído más del 80%, la eficiencia de la iluminación se ha duplicado y la intensidad de carbono de la electricidad de la red ha disminuido significativamente en la última década. Comprender estos costos cambiantes proporciona información a los responsables de la formulación de políticas para establecer objetivos adecuados para lograr la neutralidad de carbono. Una comprensión clara de los costos asociados puede preparar mejor a las ciudades y comunidades para la transición hacia un entorno construido más sostenible.
Hoy en día, los edificios con emisiones netas cero son tanto tecnológicamente factibles como financieramente viables. Si bien pueden implicar costos iniciales significativos, estos edificios ofrecen numerosos beneficios económicos que justifican la inversión inicial. La industria de la construcción está comenzando a darse cuenta de que ser ecológico no solo es bueno para el planeta, sino también para los negocios. Debe cuestionarse la percepción de que la construcción verde requiere una inversión inicial sustancial, ya que la reducción del carbono incorporado es un camino asequible para desbloquear numerosas ventajas financieras. El sector de la construcción debe reconocer las numerosas ventajas de adoptar un enfoque neutral en carbono, obteniendo beneficios tanto en responsabilidad ambiental como en rendimiento financiero.
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