Burning Man, el festival anual que se lleva a cabo en el Desierto de Black Rock en Nevada, ha comenzado el 27 de agosto, con miles de asistentes al festival que se reúnen para crear la Ciudad de Black Rock, una "metrópolis temporal" completa con numerosas instalaciones, obras de arte y pabellones que celebran la "comunidad, arte, autoexpresión y autosuficiencia". Sin embargo, este año la experiencia del festival ha sido diferente, ya que fuertes lluvias inundaron el desierto y el lugar del festival, creando un espeso barro hasta los tobillos. Las carreteras hacia y desde el festival han sido cerradas ya que los vehículos grandes corren el riesgo de quedar atascados en el barro. Mientras algunas personas han abandonado el lugar caminando, la mayoría de los 70.000 campistas permanecen varados, según informa CNN.
La zona noroeste de Nevada ha sido golpeada por fuertes lluvias en las últimas 24 horas, transformando la arena del desierto en un barro tipo arcilloso. La quema del Hombre, un ritual de cierre del festival, también se ha pospuesto de domingo a la noche del lunes, y se aconseja a las personas refugiarse en el lugar hasta que el suelo se haya secado lo suficiente como para conducir de manera segura. A pesar de las difíciles condiciones, las instalaciones artísticas han continuado con su tradición de creatividad y experimentación, adentrándose en el tema de este año, "Animalia", una exploración de todas las formas de vida, reales o imaginarias, que animan los terrenos del festival.
Sigue leyendo para descubrir las primeras imágenes de las instalaciones y pabellones de Burning Man directamente desde el desierto.