La Municipalidad de Temuco realizó la convocatoria para participar del Concurso de Anteproyectos de Arquitectura para la Casa Museo del joven Pablo Neruda en Temuco, Región de la Araucanía, Chile. Poniendo en valor las memorias de infancia de Pablo Neruda y también su formación como poeta en el sitio, se buscó que las propuestas integren arquitectura y entorno desde un destino cultural.
Implantándose sobre el inmueble de la familia de Trinidad Candia (MAMADRE) que fue entregado en comodato a la Municipalidad de Temuco para desarrollar el proyecto, el museo se presenta como un aporte a la comunidad donde se ubica y un hito arquitectónico con destino turístico convocando a un público nacional e internacional y brindando nuevas oportunidades para el desarrollo y la difusión de la vida de Pablo Neruda.
Contemplando el diseño de un edificio de entre 600 y 1357,5 metros cuadrados como máximo, el jurado conformado por Marcelo Sarovic, Elicura Chihualaf, Marilen Cabrera Olmos, Cristian Rodriguez Dominguez, Rosemarie Jungue Raby, Gonzalo Verdugo Navarrete, Juan Manuel Fierro, Mares Sandor, Daniel Schmidt Mclachlan y representantes del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, la Fundación Neruda y el Concejo Municipal de Temuco decidió otorgar tres premios. Conoce a continuación el proyecto ganador.
Primer Premio
- Arquitectos: Searle Puga Arquitectos, Pablo Montecinos y Giancarlo Acosta
- Colaboradores: Catherine Vicencio, Simon Lillo, Daniela Saavedra, Anahis Sanhueza
Memoria enviada por los autores. Esta Casa – Museo se vive más como una casa que un museo. Así como La Chascona, La Casa de Isla Negra y La Sebastiana por su condición de casa previa a la de museo reparten la muestra por todos sus rincones, la Casa Museo del Joven Neruda no supone salas estrictas de exhibición. La muestra se distribuye en todos sus recintos sean estos de permanencia o de circulación. La intención de esta estrategia es entregar al visitante una experiencia de conocimiento similar a la que se vive en las otras casas museo: el poeta está por todas partes.
Un zaguán urbano es la antesala de un vacío central cuyo perímetro construido lo define como el corazón del proyecto. En él los elementos de la naturaleza, presentes en la obra poética de Neruda, encuentran su lugar. La inclinación de la techumbre permite que la lluvia se transforme en una cascada que cae desde una gárgola escultórica a una fuente sonora. En los días fríos la fuente se transforma en fogón. Una araucaria solitaria recuerda la nostalgia del poeta por los bosques de su juventud, el piso de piedra su amor por el país plasmado en su poema Piedras de Chile.
Entendemos la Casa Museo Joven Neruda como una oportunidad para entregar a la comunidad un espacio de encuentro, recreación y educación. La fachada a nivel de calle consiste en dos grandes puertas que durante el día se abaten completamente como un gesto de invitación.
La operación formal consiste en generar un perímetro construido que aloja los recintos interiores del proyecto. El patio central, abierto al sol y la lluvia, actúa como conector visual de todo el programa que se distribuye en 3 niveles. En el primer piso una cafetería biblioteca con toda la colección de Neruda, ofrece al visitante la posibilidad de pausa y lectura. El segundo piso las oficinas del personal se ubican con vista hacia la calle mientras que las salas de exposición audiovisual y mediateca ocupan el ala sur. En el ala norte del tercer piso se proponen talleres de arte y oficios para la comunidad local. En el volumen del fondo una sala multipropósito funciona también como auditorio. La circulación recorre en los tres niveles sin interrupción el borde central, con vista constante al patio y a la muestra distribuida libremente en distintos formatos.
La madera es el material predominante en la casa. Su elección responde a la relación con el contexto y a la poética de Neruda. La cubierta de zinc hace alusión a la Casa de Isla Negra donde el poeta eligió este material para escuchar el sonido de la lluvia y evocar las sensaciones de la casa que habitó en su niñez.
El proyecto se compromete con el cuidado medioambiental mediante la elección de la madera, generando ventilaciones cruzadas de calle a patio con ventanales proyectantes de doble cristal, la reutilización de las aguas de lluvias que caen al estanque sonoro y paneles fotovoltaicos en la cubierta.
El objetivo de la propuesta estructural es dejar plantas libres para flexibilizar el uso del espacio. Los pisos superiores se estructuran con tres vigas reticuladas de madera laminada, que atraviesan el predio de lado a lado apoyándose en los muros medianeros de hormigón armado. Con esta estrategia se logra liberar el primer piso de apoyos. Un envigado secundario, también en madera laminada, recibe los pisos de los niveles dos y tres. La expresión de la estructura y el material se muestra sin disimulo transformándose en el carácter formal de la propuesta arquitectónica.
Segundo Premio
- Autores: Marco Ávila / Diego Navarro / Maurice Perrot (Arquitectos CHL) + Cristián Nanzer / Juan Salassa / Santiago Tissot (Arquitectos ARG)
- Colaborador: Juan Dimuro (ARG)
Memoria enviada por los autores. Etimológicamente, el término casa en latín significa choza o cabaña, mientras que los romanos usaban el término domus, que es usado en palabras compuestas, como domesticar, doméstico y también dominio. La palabra museo proviene del latín museum y a su vez, del griego museion o casa de las musas. Una casa museo la entendemos como el lugar doméstico donde las Diosas proveen – o han proveído - de inspiración a poetas y artistas.
Visitar un edificio concebido para este propósito, contiene el sentido de volver a entrar en contacto con las musas. Entendido de este modo, la Casa Museo Joven Neruda propuesta es un lugar que por medio de las artes audiovisuales alberga descubrimientos y alarga el tiempo, resguardando la memoria viva del poeta y de los misterios de su infancia.
El proyecto presenta una caja hermética de madera en bruto, vasta y opaca, que evoca el tamaño de la casa original, ahora elevada. Esta separación física y atmosférica crea un espacio que marca el tránsito desde la calle hacia un mundo poético con interiores etéreos y performativos. El exterior y el interior se fusionan en un ambiente fresco y protegido, rodeado de naturaleza que desciende desde el cielo, una naturaleza endémica selvática y fría de la región potenciando corredores biológicos existentes en Temuco. Configurando así, una imagen poética nítida, potente y clara que recibe a los visitantes.
El ingreso es noble y oscuro, como accediendo por debajo de un gigante en el aire, con un misterio sobre su interior. La casa museo se asemeja a un barco varado en la tierra, un arca o granero, apropiado al entorno con bodegas y galpones cercanos. Destacando un patio central que amplifica la naturaleza. La geometría rotunda y flexible del conjunto, utiliza el espacio y luz natural de forma silenciosa y sin alardes formales, adecuándose al contexto.
El edificio tiene tres niveles con características distintas en su materialidad. El nivel de calle es una plaza abierta al público donde se integra la vereda al interior del edificio mediante pavimento de piedra volcánica. El patio central actúa como antesala de la casa-museo, lleno de vida, naturaleza y actividades al aire libre. Un único mesón de recepción permite la venta de entradas, recepción e información al público, el que además integra tienda y cafetería, que acoge la vida urbana del edificio. Desde la calle se ve toda esta interioridad viva, que vincula calle, patio y casa-museo de manera transparente y abierta.
La casa museo consta de dos volúmenes compactos sin apoyos en planta baja. Las cajas negras cuelgan de vigas metálicas vinculadas a medianeras de hormigón armado, actuando como cortafuegos. Un sistema de circulación con rampas y puentes en una caja de vidrio permite un recorrido transversal con un balcón a la ciudad en los niveles superiores. Este diseño optimiza el acceso a las salas de exposiciones y eventos. El museo cuenta con circulaciones verticales que conectan todos los niveles, incluyendo montacarga, escaleras y áreas de servicio. El segundo nivel alberga servicios higiénicos, oficinas administrativas y una sala de actos flexible y apta para diversas actividades. Ambos edificios en este nivel se abren hacia el patio interior.
El tercer nivel del museo alberga salas de exposiciones permanentes y temporales enfrentadas, de igual tamaño y capacidad. Esto permite diversos recorridos al integrar las muestras con puentes o usar las salas por separado. El interior cuenta con muros rectos y lucernarios de doble altura, brindando flexibilidad en la configuración. Durante el día, las salas reciben luz natural indirecta desde aberturas orientadas al sur, manteniendo una iluminación similar durante la noche.
Tercer Premio
- Alberto Moletto Rodríguez
