Dentro de todas estas, hay una que no es muy afortunada y que se extiende cada vez más. Se trata del nuevo paisaje urbano que nos está entregando la arquitectura inmobiliaria: un lote de edificios similares que no le ha visto el valor a la originalidad y que desafortunadamente ha caído en la repetición de una fórmula que parece ser muy lucrativa pero que poco aporta a la imagen de nuestra ciudad.
No viene al caso reparar en cuestiones de estilos o diseño en la cual podríamos o no estar de acuerdo, pero si en el resultado final, el cual nos lleva a concluir que prácticamente no hay arquitectura. Los arquitectos tenemos mucho que decir al respecto y es de esperar que las empresas inmobiliarias, o en su defecto, algún ente regulador, entienda la importancia de un buen diseño de arquitectura para la imagen de la ciudad. Después de todo, tampoco me parece que la gente prefiera vivir en un edificio que apenas identifica sobre el montón.
Conociendo la realidad de otras ciudades latinoamericanas me parece que este problema no sólo nos preocupa a nosotros.
Sin embargo no todo es malo y me gustaría dejar en claro que no se trata de toda la arquitectura inmobiliaria. Para esto, me gustaría citar algunos buenos ejemplos de diferentes partes que hemos visto previamente, e invitarlos a darnos sus apreciaciones al respecto:
Edificio Mirador Pocuro / SEARLE PUGA arquitectos Edificio Gen Carmen Sylva / Chauriye Stäger Arquitectos Edificio Atenea / Chauriye Stäger Arquitectos
