Arquitectos: Juan David Gómez Laguna + Marcos Plazuelo López Ubicación: Alcaudet, Jaén, España Promotor-Propietario: Ayuntamiento de Alcaudete (Jaén) Estructura: Silvia Leiva Herrador + Manuel J. López López (SAREIC) Directores de Obra: Juan David Gómez Laguna + Marcos Plazuelo López Director Ejec. Obra: Rafael Aceituno Daza Empresa Constructora: Plantaciones y Caminos S.A. (PYCSA) Jefa de Obra: Inmaculada García Pulido Presupuesto total: Presupuesto de Ejecución Material PEM 636.134,70 € Mejoras valoradas 101.973,64 € Superficie Construida: Edificio 489,43 m² / Urbanización 1.296,80 m² Fecha de concurso: Febrero 2007 Fecha Proy. Ejecución: Agosto 2009 Fecha inicio de obra: Febrero 2010 Fotografías: Juan David Gómez Laguna + Marcos Plazuelo López
Los Centros de Recepción de visitantes nacen con la idea de ser un equipamiento destinado a promocionar y difundir un territorio concreto a partir de un discurso específico que lo singulariza. Partiendo de esa premisa más que genérica, se atiende al programa del edificio prestando una especial atención a las condiciones específicas de ubicación y entorno: de fuerte componente patrimonial/histórica.
La adecuación al contexto (para no protagonizar el entorno) ha sido otra premisa básica de proyecto por un doble motivo: por un lado, por la ubicación “estratégica” del edificio dentro del triángulo ficticio formado por tres edificios de relevancia patrimonial del municipio de Alcaudete: tales como la iglesia de Santa María y el Ayuntamiento, declarados Bien de Interés Cultural, y el Castillo, declarado Monumento Histórico, así como por la condición fuertemente paisajística del entorno planteado a las faldas del castillo para el desarrollo del proyecto. Esto se ha materializado, dejando el protagonismo a los edificios históricos existentes, de un lado, mediante la materialización de la envolvente del edificio con una texturización y colores/tonos semejantes al entorno, con cierta irregularidad y, por otro, mediante la inserción/encaje en la ladera del volumen edificatorio para integrarlo más si cabe.
Formalmente tanto el volumen como la planta y las formas de la cubierta son resultado de un detallado estudio pormenorizado del promontorio “rocoso” en el que se ubica el edificio. Lo construido destaca fuertemente por la geometría; la misma es reflejo de esta estrategia de acomodación a la estructura geológica existente y de la necesidad de articular un recorrido coherente.
En relación a su construcción, hablar sobre los elementos constructivos del Centro de visitantes es hablar casi en su totalidad de la estructura: La estructura portante se compone en su mayor parte por pantallas y muros de hormigón armado, a excepción de unos pilares metálicos que delimitan el mayor de los patios, y que quedan integrados en un muro cortina. Para el encofrado base de los muros de hormigón se ha empleado un sistema de escuadras sobre las que se han situado tablillas de madera de 12,5 cm de ancho para generar todas las texturas del edificio. Esta modulación del encofrado tiene relación directa con la situación y forma de cada una de las ventanas de la fachada principal, coincidiendo las juntas verticales entre tablillas con los límites de todos estos huecos, componiéndose toda la fachada con huecos de 25×25 cm, 25×50 cm, 25×75 cm, 50×50 cm y 50×75 cm.
La estructura de la cubierta se ha resuelto mediante una losa de hormigón armado de 30 cms de espesor, y se encuentra también encofrada con tablillas de 12,5 cms de ancho para dar ese aspecto interior imperfecto y “natural”, como si de un techo de una cueva se tratara. Formalmente, la cubierta responde con la idea de que se perciba como prolongación de la fuerte pendiente de la ladera. Esta idea se ve reforzada con el ajardinamiento de la misma mediante plantas autóctonas que abundan por el entorno, consiguiendo que éste y el centro se perciban como una sola unidad. En su desarrollo, la cubierta posee un punto de inflexión que se corresponde con el “eje” central de cada una de las áreas funcionales del edificio, a partir del cual se invierte su inclinación en un gesto que busca abrirse y aprehender el paisaje hacia el interior del centro a través de grandes paños de vidrios en algunos de sus cerramientos.
Para el tratamiento de las carpinterías se ha seguido con la idea de no perder el carácter “natural” y “artesanal” del resto de materiales del edificio. Por ello, se han empleado chapas de acero con tratamiento de oxidación en los marcos de huecos, alfeizares, jambas, remates y en toda clase de cerrajería exterior antivandálica, marcando cierta relación de analogías con la rehabilitación llevada a cabo en el propio castillo de la Orden Calatrava. El resto de carpinterías se realizan mediante perfilerías de aluminio con rotura de puente térmico y doble acristalamiento para cumplir con los estándares exigidos de aislamiento térmico y acústico.
El sistema de particiones y trasdosados interiores se ha realizado mediante placas de cartón- yeso. También se ha empleado este material para la construcción de los diversos muebles que conforman los expositores, vitrinas, etc.
Para continuar con la idea artesanal y de imperfección que proporcionan materiales como el hormigón y el acero oxidado se ha optado por el empleo de dos tipos de suelo en el interior del edificio: duelas de madera maciza (sin tratar) sobre rastreles para todo el espacio expositivo y pavimento de hormigón contínuo en la cafetería. En el exterior, tanto en la terraza de la cafetería como en la urbanización se ha empleado un pavimento de hormigón desactivado (chino lavado).
Todo el edificio se encuentra peraltado sobre la rasante de la calle, utilizando para ello un sistema de camillas de polipropileno con dos niveles diferentes: la cota +0,80 m para la parte de uso museístico, y +0,40 m para el uso de cafetería. La propia idea y configuración del proyecto desaconsejaba el uso de falsos techos, por lo que el trazado de muchas de las instalaciones se ha previsto por el interior de la cámara sanitaria, complementándose a su vez con el uso de los muebles de paneles de cartón-yeso para ocultar las instalaciones de climatización y los bajantes de la cubierta. Las instalaciones que requieren de cierto mantenimiento y facilidad en su registro se han localizado en unas franjas perimetrales situadas en el encuentro entre el suelo y los muros. En estos puntos, el suelo de duelas de madera desaparece y se rellena de grava blanca para un fácil registro. Todo el trazado de electricidad se distribuye entre éstas zanjas perimetrales y el interior de los trasdosados, así como destacar el replanteo previo de la iluminación en la fase de estructura de la cubierta para dejar las luminarias sin ningún tipo de cableado visto.
En definitiva, la ejecución material del proyecto ha estado orientada a mantener en todo momento las pretensiones/ideas del proyecto original ganador del concurso: minimizando el impacto de las distintas instalaciones del edificio en la terminación final y maximizando las percepciones relacionadas con materiales, texturas, iluminación, etc.
