Arquitectos: Piuarch Ubicación: San Petersburgo, Rusia Cliente: Artem Shakhnazarov – Galaxy.LLC Área proyecto: 20,000 m2 Año proyecto: 2006 – 2010 Fotografías: Andrea Martiradonna
Después de casi dos siglos, Piuarch es la primera firma italiana de arquitectura que construye en la ciudad de Pedro el grande. El centro de negocios Quattro Corti se ubica en el centro de San Petersburgo, en un área de 5,000 metros cuadrados, muy cercano a Hermitage y Nevesky. El área construida es de 23,500 metros cuadrados, distribuidas en seis pisos sobre el nivel del piso y tres subterráneos.
Dentro del edificio, además de los 20,000 metros cuadrados de terreno destinado a oficinas, se creó un Hotel Boutique de 22 habitaciones junto con el Restaurante Mansarda. Dirigido por Ginza Project, destacados dentro de la escena gastronómica de San Petersburgo, Mansarda posee una vista privilegiada a la Catedral de San Isaac.
En 2006 el grupo ganó la competencia realizada por Galaxy LLC para renovar y reconstruir el área del corazón de la ex capital del imperio. El diseño de Piuarch fue inspirado por diversas referencias históricas y culturales, desde la sala delos espejos en el gran palacio de Peterhof hasta el trabajo de Kazimir Malevich. El proyecto presta especial atención al contexto que lo rodea y a la tradición del plan urbano de la ciudad, sin dejar de lado una expresión arquitectónica contemporánea, característica del trabajo de Piuarch, conocido internacionalmente por los trabajos realizados para Dolce&Gabbana.
El nombre Quattro Corti viene de los cuatro patios que se crearon en el volumen para entregar luz a los locales superiores. Los colores que caracteriza a estos cuatro patios son el dorado, el verde azul pálido y el rojo, inspirados en los suntuosos colores de las fachadas de las residencias históricas de San Petersburgo.
Todas las fachadas del edificio son transparentes, con vidrios espejados hechos en los cuatro colores. Los paneles de vidrio siguen una variedad de inclinaciones y rotan en ángulo hasta el borde de la fachada; el resultado es una fragmentación de los reflejos en el vidrio espejado y un efecto caleidoscópico, animado por los cambios de la luz solar durante el transcurso del día.
