De 15 propuestas presentadas para este concurso de anteproyectos, el desarrollado por el equipo de arquitectos Marcelo Vargas, Cristian del Blanco y Sebastián Mariño fue el seleccionado como ganador.
La elección de este proyecto tuvo como motivo a juicio del jurado el equilibrio entre todas las demandas solicitadas y su representación pública la cual se trabajó con un diseño contemporáneo, a la vez de una escala contenida y adecuadamente democrática. Les presentamos la propuesta a continuación.
El principio de diseño de este edificio-parque recreativo explora el potencial paisajístico natural como estructura espacial del mismo.
Preservar fuertes “líneas de deseo” detectadas en el lugar, y permitiéndonos que el suelo se exprese mediante el deseo de ser…
Se configuró una sucesión de islas de actividades de las cuales se van desarrollando y articulando mediante vacios, sectores, tejidos y espacios conectivos con actividades permanentes, garantizando el goce de las instalaciones del predio durante las distintas estaciones climáticas y las 24 hs. del día.
Preservar lo existente es la premisa fundamental en la que sustentamos el diseño, así como también insuflar una nueva dinámica de funcionamiento, siempre rescatando y poniendo en valor los recursos naturales-medioambientales-socioeconómicos con los que contamos.
Para ello se conformo un diseño unitario para todo el complejo, si bien éste esta articulado para que se pueda construir en etapas, no se vera afectado tanto visualmente, como funcionalmente, durante el proceso en el que se lleve a cabo la conformación global.
Arquitectos: Marcelo E. Vargas, Cristian R.I. del Blanco, Sebastián M. Mariño Colaboradores: Arq. Valentina Jaimez, Gabriel Cabrera, Andrés Marandet Ubicación: Chaco, Argentina
