- Área: 190 m²
- Año: 2008
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Fotografías:ZS Arquitectos
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La arquitectura actual debe agilizar los procesos constructivos tanto para disminuir costos como para reducir las emisiones propias de una construcción.
La primera decisión fundamental fue la de trabajar con un panel prefabricado de hormigón que usualmente se utiliza para viviendas seriadas, y potenciar el sistema de manera de adecuarse a una vivienda unifamiliar de terminaciones técnicas.
Los muros prefabricados de hormigón se construyen en fábrica y son instalados en la obra por medio de camión y grúa, a modo de ensamblaje, con pernos de expansión. De esta manera se garantiza disipación de energía en cada encuentro de muros y losas. Se opto por dejar en evidencia gran cantidad de las uniones de paneles por medio de canterías reforzadas con sellos elásticos, de manera de minimizar las trizaduras ante futuras solicitaciones.
El sistema prácticamente deja obsoleto la partida de obra gruesa, que en este caso se ve relegada a la faena de cimientos, durante dos semanas se realizo el ensamblaje de quillas, losas y muros. El cielo y las terminaciones se desarrollaron durante dos meses con un sistema constructivo convencional en volcometal. Luego de cuatro meses de iniciada la obra, la casa estaba habitable.
Se nos encargo una vivienda de 200m2 aproximados en los faldeos del cerro el Morro con potentes vistas a la bahía de Zapallar. Un terreno triangular, orientado al norte y circundado por Av. El Morro Norte, definido por una gran pendiente y excelentes vistas de la bahía solo en la parte alta del terreno junto a la calle.
El cliente exige desarrollar la construcción en un solo nivel, a pesar de la pendiente, lo que determina dejar la casa en volado sobre la pendiente apoyada en un sistema de quillas de hormigón que podrían acoger futuras ampliaciones.
Se trabajo sobre una distribución propuesta por el cliente, resultando un pasillo central que comunica el largo de la casa, quedando los servicios hacia el sur, el cerro, y todos los dormitorios y estar comedor hacia el norte, la bahía. Para lograr una cierta privacidad entre cada recinto, se fueron desfasando los volúmenes en la planta de manera de ir generando especialidades independientes para cada recinto, manteniendo todos la misma orientación y asoleamiento.
Para unificar estos volúmenes y rescatando el concepto tradicional de galería, se desarrollo una gran terraza-balcón en el frente, con un sistema de pilares y vigas de madera que enmarcan la fachada frontal de la casa y le dan privacidad a dormitorios y estar-comedor frente a las calles que la circundan, y en el cual se dan distintas situaciones de estanco y circulación.
La techumbre, al quedar bajo la altura de la calle, se desarrolla como quinta fachada con un sistema de cajones que revelan la distribución interior y que se cubren con piedras segmentadas en dos tonos y con vegetación silvestre de la zona de poco riego.