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Arquitectos: Alonso y Balaguer; Alonso y Balaguer
- Área: 6000 m²
- Año: 2009
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Fotografías:Josep Mª Molinos
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situado en el Parc dels Torrents, una de las actuaciones urbanísticas de más profundo calado en la ciudad de Esplugues, el complejo “Espai Baronda”, surge recuperando una pieza de auténtica “arqueología arquitectónica”; una antigua factoría cerámica en desuso durante más de dos décadas, en una ciudad como Esplugues, con profunda raigambre ceramista.
Espai Baronda aparece como un gran contenedor de actividades y espacios favoreciendo las sinergias de las empresas de construcción (grupo TAU-ICESA), arquitectura (oficinas centrales de Alonso, Balaguer y Arquitectos Asociados) e Ingenierías varias, con múltiples servicios complementarios compartidos (cantina, salas de reuniones, auditorio, parking, control y seguridad, etc.).
La rehabilitación del edificio ha respondido a criterios de absoluto respeto a los materiales originales, así como a la volumetría del edificio. Así, el tocho cerámico aparece en la envolvente, en forma de doble piel perforada, en las caras este y oeste, lo que genera por un lado un respeto formal y volumétrico a la configuración original, y por otro, un autentico “colchón térmico” en donde se ubican todo tipo de maquinarias e instalaciones, registrables todas ellas mediante pasarelas de religa metálica, liberando así la visual del conjunto y en especial su 5ª. fachada de cualquier perturbación de instalaciones vistas.
Un gran hall, a doble altura, da la bienvenida al visitante, en una planta en forma de “T”. Una pasarela vidriada suspendida de cubierta conforma la pretendida sensación de ligereza de tal elemento conector.
Tal hall ejerce de función distribuidora a los espacios resultantes, a la vez que posibilita la disposición de exposiciones temporales, entre ellas la bienal de cerámica de la localidad, pasarelas de moda, presentaciones cívicas, … un espacio dotado en definitiva de una amplia flexibilidad funcional, para adaptarse a múltiples eventos. Su componente de gran potencia escénica y visual queda potenciada salvaguardando su atmosfera industrial previa.
Simultáneamente, un gran espacio para seminarios y conferencias, subdivisible en 3 salas para pequeños y medianos formatos, aparece para dotar de equipamientos complementarios al conjunto de empresas y actividades. La pretendida sinergia de usos entre la iniciativa privada y la pública se manifiesta aquí en toda su potencia con la multiplicidad de usos y de horarios de todos los espacios, pues tales salas así como el gran hall central son compartidos con la ciudadanía, a través del propio Ayuntamiento que dispone de nuevas áreas de exposición y cívicas.
La reconstrucción de los lucernarios originales, así como la tamizada luz de la doble piel de fachada, aportan una extraordinaria luminosidad a todos los espacios interiores, potenciado ello por la doble altura del hall que atraviesa en su mayoría la planta del edificio.
Una nueva plaza pública, anexa a la actuación potencia el “grapaje” urbanístico del complejo, que se complementa con una pasarela peatonal y un ascensor, que ayudan a salvar el importante desnivel que genera la antigua riera existente, urbanizada con anterioridad y convertida en el “Parc dels Torrents” de gran calidad paisajística.
Bajo tal plaza, un aparcamiento donde la luz natural baña todos sus rincones a través de variadas “fisuras” con una aparición de elementos vegetales que nacen en el subsuelo y aparecen en todo su esplendor, a través de tales patios en el espacio público superior.
La innecesaria aparición de ventilaciones forzadas se agradece desde un punto de vista presupuestario y de ahorro energético y visual, así como el notable ahorro lumínico durante la mayor parte del día de la jornada laboral.
Así, un espacio como el aparcamiento, generalmente maltratante y maltratado visualmente, se convierte en una casi ampliación del espacio público, acompañado de un colorido extra aportado por el diseño grafico de la señalética y numeración. Un nuevo concepto de espacio amable para el usuario.
Una nueva piscina pública anexa completa el gran abanico de actividades del conjunto, aprovechando la cimentación del antiguo edificio para generar la zona de vestuarios y servicios, de forma que su integración paisajística en el territorio se produjo sin sobresalto alguno. La quebrada línea de la lámina de agua, ayuda también en el aspecto integrador pretendido.
Un ejemplo, en definitiva, de autentica economía sostenible, a través de las necesarias y convenientes sinergias entre las iniciativas privada y pública, que han permitido y posibilitado la rehabilitación de una antigua “factoría cerámica” precondenada a su derribo, a la que se ha dotado de nuevos usos acorde con los tiempos y con el preciso rigor del momento. Todo ello sin abandonar en ningún modo, la necesaria aportación de sensibilidad historicista-arquitectónica de un despacho que, en su misma línea, apostó por mantener la fachada neomudejar de la antigua Plaza de Toros de Las Arenas dotando a su interior de potentes y novedosos contenidos.