- Área: 260 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Sandra Gerardo
Este proyecto se refiere a una vivienda unifamiliar situada en un terreno clasificado como reserva ecológica. La ocupación del terreno respeta el perímetro de una casa y otros anexos existentes en el lugar.
Refiriéndose a lo pre-existente, es construida por dos volúmenes blancos en forma de paralelepípedo interconectados entre sí. Los volúmenes son de diferentes formatos, siendo uno comprimido y bajo y el otro más corto y más alto. Al mismo tiempo que los dos volúmen se articulan de forma diferente con el entorno circundante, la vivienda se organiza según jerarquía y distintos programas. La interconexión de los dos está situada en la entrada de la casa, orientada de norte a sur.
Como el terreno presenta un declive, los volúmenes blancos se apoyan en una baja muralla de piedra del lado norte, donde ese mismo declive es aprovechados para crear un pavimento semi enterrado
Las habitaciones se orientan con sus aberturas al este (dormitorios), sur (cocina, sala de estar) y oeste (living, comedor) protegidas por cortinas, siendo (practicamente) cerradas a la fachada del lado norte, potenciando al máximo la eficiencia energética. Las vistas son así mismo encuadradas para la Sierra dos Candeeiros y los paisajes ecológicos y agrícolas.
El interior del perímetro del terreno está amurallado con piedra de la región, conservando la privacidad, haciendo que sea indiferente a permanecer en el interior o en el exterior de la vivienda. La organización espacial es así mismo hecha de continuidades físicas y visuales, creando una ambiguedad en la lectura y definición de los límites de la vivienda cerrada.
Los materiales de construcción utilizados son tradicionales, como la mampostería de ladrillo y piedra, marcos de aluminio y vidrios para iluminar naturalmente las habitaciones.
Las aguas pluviales recogidas en el techo son canalizadas y desviadamente filtradas para un pozo existente, siendo efectuado el total reaprovechamiento de las aguas.
