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Arquitectos: Irisarri Piñera Arquitectos
- Área: 290 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Hector Santos Díez
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Deambular, vivir, capturar momentos. Una serie de preexistencias, los restos pétreos de una antigua construcción agrícola tradicional, una mesa bajo la frondosa glicínea que ha acogido comidas y reuniones familiares durante muchos años y la piscina cercana, se convierten en origen y trama que desarrolla un espacio construido como lugar de vida. También un terreno en pendiente con pequeños bancales, un castaño que creció al abrigo de la ruina y la experiencia de la vida en la parcela, el recorrido del sol en una zona del valle orientada al S-SW, el calor en los largos días de verano, el deseo de luz para el invierno. Los pequeños momentos de cada día.
Se trata de experimentar a través de la generación de un continuo de espacios intermedios de nueva construcción, que enlazan las ruinas, tres piezas agrupadas en línea, y que juntan su diverso estado de conservación y el carácter que les da su posición-orientación, para ofrecer al proyecto espacios complementarios a aquellos nuevos que este propone. Se explora así la manera en que estos generan diversos sistemas de filtro de control, climático, lumínico o de privacidad, como un sistema de articulaciones que conectan paisajes y momentos.
Las zonas más privadas se disponen con cierta independencia en los extremos y entre ellos se envuelve un espacio continuo que se adapta a la topografía. El carácter previo de los espacios de la ruina , mas introvertidos, aportan al espacio doméstico aquellos momentos más íntimos y contrastados con el exterior en la zona reconstruida, así como patios abiertos cuando los muros y el proceso de ruina los habían generado.
Los restos de la edificación existente se tratan como ruina consolidando los muros de mampostería mediante un trasdosado de hormigón que continua en losa evocando el volumen original, y enfatizando así el carácter cerrado de construcción antigua. Una losa de hormigón que emula la topografía del terreno, climatiza y delimita el espacio continuo, con un cerramiento ligero de capas especializadas que actúa como membrana activa, con composiciones diversas según su orientación, y con gran capacidad de manipulación y transformación por parte de los usuarios.
El decalaje tanto de las capas de cierre como de la losa con ellas crea espacios efímeros a voluntad de los habitantes. Al interior se trasdosan los muros formando espacios de almacenamiento en aquellas zonas donde es necesario térmicamente y se desnudan, tanto piedra como hormigón, cuando la cámara se genera al exterior. Para delimitar determinados espacios de manera flexible se utilizan textiles de diversas características.
Se desarrolla un trabajo de investigación que incide especialmente en la superposición las diferentes esferas del habitar. Investigar sobre la naturaleza de los límites estableciendo lugares intermedios y haciendo coincidir aquello que acondiciona climáticamente los espacios habitados, la arquitectura como generadora de atmósferas y las posibles apropiaciones-acciones que posibilitan al usuario.