Descripción enviada por el equipo del proyecto. Situado en un lote de la Alameda Jaú, en el barrio de los Jardines, en São Paulo, el Deliqatê es un restaurante de sándwiches gourmet y es el primer emprendimiento de este grupo de inversores, que tiene la intención de llévalo a otras capitales del país.
El suelo de 5 x 30m era anteriormente ocupado por un sobrado de los años 40 que, después de quedarse casi quince años cerrado, estaba totalmente deteriorado y fue demolido para dar lugar al nuevo edificio. Conservamos solamente las paredes laterales y a del fondo, que se apoyaban en los vecinos y eran hechas de ladrillos de arcilla masiva. Ellas fueron cuidadosamente mantenidas y reforzadas mientras la obra para que el aspecto de ladrillos hiciera parte del proyecto después de finalizado, como una especie de recordación de lo que había allá antes de la nueva edificación.
El edificio del restaurante pudo entonces ser comprendido como una gran estructura de acero de color gris que fue injertado en este pequeño espacio entre los vecinos y la calle. Esta estructura tiene la función de soportar las losas de los tres pisos y del techo, además de bloquear las paredes adyacentes.
En razón del desnivel acentuado del lote, el restaurante tiene tres pisos – el terreo, destinado a la entrada, balcón de atendimiento, caja, zona de mesas y terraza y deck externos; el bajo tierra, donde se encuentra la cocina y otros espacios de servicios; y el superior, que en la forma de entrepiso se centra en la entrada y cuenta con zonas de mesas interna y externa y puede ser separada del piso terreo en el caso de eventos cerrados. La losa del techo es toda ocupada por tanque de agua y equipamientos de aire-acondicionado, ventilación, insuflación, etc.
Buscamos un contacto permanente del edificio con la calle. Para eso dispensamos cercas y muros y el espacio obligatorio de cinco metros fue ocupado por un deck rodeado de plantas, además de la fachada ser totalmente acristalada. Los seis metros de vidrio fueron divididos en dos partes: la parte inferior cuenta con paneles deslizantes que permiten la entrada de personas y la comunicación entre la zona interior y el deck. Ya la parte superior es de vidrio fijo y detrás de esta una gran plataforma para la exhibición de los productos se hace cargo de toda esta parte de la fachada.
Las obras de arte tienen una fuerte presencia en el proyecto. En la entrada, el área de doble altura está ocupada por una gran escultura suspendida, que se ilumina por la noche y es parte de la composición del edificio y su relación con el exterior. En la planta baja, un lado de la planta está ocupado casi de punta a punta por un panel de azulejos del artista Fábio Flaks, que se extiende a través del restaurante y termina en el fondo del jardín, creando una conexión entre los diferentes espacios.
Los revestimientos son generalmente más neutros y sobrios, como el fulget, mosaico portugués, losas de concreto y hasta los ladrillos de la casa existente. Predominan en el proyecto el blanco y gris en los pisos, las paredes y el techo, y los otros colores, más vivos, están presentes en los muebles y obras de arte.
La existencia de tres zonas de mesas y sillas externas marca la propuesta de convertirse más tenue la separación entre el interior y el exterior y hacer con que sea posible almorzar, cenar o simplemente tomar un café en el centro de un jardín con árboles, hojas y flores, casi un oasis urbano.