- Área: 250 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Fernando Alda
Este nuevo proyecto para Ginos refleja un restaurante italiano atípico, un nuevo concepto fresco en un espacio con influencia industrial donde el horno de leña y la “tavola italiana al desnudo” juegan un papel principal.
Se trata de una novedosa lectura y reinterpretación de la cultura y la forma de vida italianas, una mezcla de “ingredientes arquitectónicos y decorativos” tan rica como la de su propia cocina. En definitiva, una variedad de elementos donde la totalidad gana en armonía respecto a cada una de las partes en un abanico de posibilidades.
Una experiencia que trasladamos más allá del plato que sumerja y atrape al comensal, inundando cada pequeño detalle al más puro y original de la cultura y la forma de vida italiana. Buscamos transmitir una italianidad al ambiente, huyendo de tópicos evidentes tales como los colores de su bandera, los clásicos adornos romanos o fotos de la “dolce vita”.
Para ello, partimos de la base que conquista al instante y permanece en el tiempo: su gastronomía. Nos inspiramos en la “tavola italiana”, los productos típicos de la región (olio, vino, pasta, mozzarella….) Utilizamos sus colores, su materia, su textura, su elaboración y los trasladamos al espacio.
Utilizamos también el idioma. Representado por textos cortos, se tratan de forma artística evocando la buena cocina. Una reunión entre amigos, familia, l´amore … toda una cultura mediterránea en torno a una mesa y aparecen palabras como “mangiamo, beviamo, ridiamo, balliamo etc...” Multiples acontecimientos.
Así, el conjunto se entenderá como una suma de las partes. Sucesiones de episodios o experiencias, donde lo rectilíneo, blanco y puro abre paso a la mezcolanza e interacción de los colores y texturas de los productos italianos.
Aparecerán distintos tipos de mobiliario, diferentes maneras de sentarse (mesas altas, sillas de diferentes tipos, bancadas…), elementos que articulan e identifican el espacio. En definitiva, una riqueza de elementos donde la totalidad gana en armonía respecto a cada una de las partes, un abanico de posibilidades.
En esa diversidad, el espacio resultante será interactivo, dinámico, estará compartimentado en diferentes zonas y ambientes, huyendo en este caso de espacios únicos que generan comedores planos. Los lugares más íntimos quedarán recogidos con mamparas de vidrio traslúcido.
La versatilidad de espacios y ambientes se traduce en nuevas experiencias a cada visita. Podemos adecuar el momento y las necesidades y así disfrutar de un aperitivo casual entre amigos en la barra o una cena íntima y romántica en un entorno cálido y que refleje la calidad de los productos.
La barra principal que servirá de elemento de bienvenida y acogida, será un punto de encuentro en un ambiente distendido, con el horno de leña visto como requerimiento. Tendrá una anchura mayor de lo habitual para permitir la convivencia del camarero que elabora platos sencillos como ensaladas o pequeños aperitivos con su degustación por parte del comensal. Con una estética de cocina, con el uso de azulejos y madera natural en la mesa de corte.
En la zona posterior a la barra, se hace un uso extensivo de redondos de acero formando entramados colgantes que conforman botelleros y mesa de apoyo. Y como no, un lugar privilegiado a la vista de todos para el anfitrión del lugar, el pizzaiolo, que con su actividad marcará el “ritmo musical” como si de una ópera italiana se tratase.
El horno es el elemento dominante del espacio. Se aboga por lo artesanal, desde una estética tradicional, con una forma clásica, su morfología destaca sobre el resto del conjunto y transmite al público, una percepción sensorial de naturalidad y olfativa que produce una crujiente pizza recién sacada. Un clásico entre los italianos. Este elemento se puede considerar como nuestro escaparate interior, un elemento que distinga GINOS del resto de pizzerias y que genere curiosidad y funcione como elemento de reunión, con el público interesado en el trabajo del maestro pizzaiolo.
Como elemento singular dentro de su decoración cabe destacar la gran lámpara realizada con utensilios de madera de las cocinas italianas, entre los cuales, se intercalan aleatoriamente bombillas que permiten matizar la luz creando múltiples reflejos.
También, apliques y lámparas colgantes realizadas con varillas metálicas y con largos brazos han sido diseñadas en especialmente para este proyecto, dando solución a la gran altura del local, con más de 4 metros. La sucesión de las mismas orientando sus largos brazos con ángulos diferentes dan vida a un particular lenguaje entre ellas.
Un conjunto de elementos en un espacio con influencia industrial, pero con detalles diseñados en exclusividad. En definitiva un espacio:
- Natural, con productos a la vista
- Relajado. Ambiente de mercado, donde la cadena de producción desde la carga/descarga del alimento a su preparación es visible.
- De calidad. Se busca la autenticidad en el espacio con los acabados y materiales y como no de los productos. Utilizamos camareros con delantal, como en las verdaderas trattorias familiares italianas, donde el mismo chef es camarero y atiende con el delantal que emplea en la cocina, generando así cercanía y complicidad al cliente.