- Año: 2010
Este proyecto representa una oportunidad para cuestionar radicalmente los límites, para escribir un poema de aventura a través de la yuxtaposición de situaciones inusuales: una mezcla entre la vida profesional y la privada, una complicidad vital y esencial entre el pescador y el lago.
El proyecto se despliega como un puente que une el taller con el horizonte del lago. En el interior del objeto, una línea de producción lleva el pescado hasta el carro del consumidor: botes, pesca y taller de procesamiento. El espacio se divide; uno le da la bienvenida a la naturaleza y la intimidad de la vida familiar, y el otro a la pluralidad de las herramientas necesarias para la actividad pesquera.
El objeto adopta la forma de una red que se expande y se contrae de acuerdo con la lógica de la línea de producción, en función de la utilización del espacio que alberga. La superficie de la fachada funciona a través de la paradoja de la luz visible-invisible que llega desde una plancha perforada y corrugada, que se funde con la naturaleza circundante.
