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Arquitecto: Carlos Arroyo
- Área: 154 m²
- Año: 2011
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Fotógrafo:Miguel de Guzmán
Descripción enviada por el equipo del proyecto. TSM3, la casa inestable, combina la restauración de la planta baja de una propiedad de 59,80 m² entre medianeras en el centro de Madrid, y la construcción de 2,5 nuevas plantas en la parte superior, con 154 m². El diseño desmaterializa la construcción original en un sistema flexible de vivienda y/u oficina que puede cambiar en cualquier momento.Todos los elementos que definen el espacio habitable se encuentran en estado de flujo; son cambiantes. La arquitectura no se define con elementos tectónicos fijos como estructuras, paramentos o huecos, sino a través de una serie de dispositivos que producen acciones o que permiten situaciones y relaciones dentro del espacio. Estos dispositivos son adminículos de hiperdensidad, elementos pequeños y sencillos que sirven para multiplicar las posibilidades de uso dentro de un mismo espacio.
Fachada inestable. La fachada es una reproducción de la arquitectura tradicional Madrileña, obedeciendo las ordenanzas municipales del centro histórico. Pero la construcción ligera con técnicas actuales permite la transformación de la relación entre exterior e interior: es un interfaz entre el cambiante exterior y un interior versátil, que nos permite modificar la experiencia del espacio en una actitud propia del siglo 21.
1. Una FACHADA DECIMONONICA, según criterios de transmisión de cargas, criterios visualmente gravitatorios.
2. Una FACHADA VIGESIMICA, según criterios geométricos. El cerramiento se entiende como una piel, como un tejido cuyas leyes de composición son abstractas y autónomas.
3. Una FACAHADA VIGESIMOPRIMICA que se autocompone como resultante de la relación deseada entre interior y exterior, atendiendo a factores ambientales como iluminación, soleamiento, ventilación y humedad, y factores relacionados con la privacidad y las vistas, pudiendo modificar la relación entre el espacio privado y el espacio público.
Las ordenanzas municipales exigen que los nuevos edificios se terminen con el tradicional revoco de cal 'a la madrileña'. Típicamente barroco, este revoco se caracteriza por falsear otras arquitecturas a modo de trampantojo, realizado con incisiones, acanaladuras, esgrafiado o simple pintura, imitando gráficamente sillerías, molduras y ornamentos. En nuestro caso, el revoco de cal se reduce a un espesor de 1,5 mm aplicado sobre bastidores de acero lacado y paneles de aislamiento térmico de celda cerrada.
El azul celeste del revoco es un color tradicional del barroco en Madrid, pero también el color del aislamiento, sumándose imaginario tradicional con el desarrollo de una cultura de la sostenibilidad.
El color negro de los bastidores recuerda las clásicas “siluetas” del siglo XVIII, a la vez que se integra en el imaginario gráfico contemporáneo.
Estructura. El edificio es inestable en el sentido literal de la palabra. Se levanta sobre una estructura de ladrillo macizo existente en planta baja, con muros de carga originales del siglo XVIII. Pero sólo la mitad de la planta es accesible por la vigencia de un derecho de uso sobre la otra mitad, en poder del convento vecino. En consecuencia la mitad del edificio está construida en voladizo sobre el convento, sustentándose mediante perfiles de acero con pintura de protección azul, que atraviesan el espacio haciendo visible el esfuerzo. En las plantas nuevas no hay un solo ladrillo. Los delgados forjados, de 10 cm de espesor, se mezclan con la carpintería consiguiendo mayor ligereza.
Flexibilidad y reciclaje. La tecnología también es inestable. Las paredes se desatornillan para transformar fácilmente las prestaciones técnicas del edificio. Las instalaciones principales se concentran en un pasaje central que permite incluso agregar o eliminar zonas húmedas en función de las necesidades del programa sin desperdicio de energía gris. Las luces son reposicionables. Todos los materiales de construcción son reutilizables.
En la planta baja y sótano el espesor de las paredes de ladrillo proporciona masas de gran inercia térmica que puede ser reconducida a través del espacio central, con aberturas corredizas de vidrio. La cubierta ajardinada incluye una pared que funciona como invernadero para acumular calor, o bien como chimenea solar para crear una corriente de aire fresco a través del sótano y por las troneras situadas bajo la estrecha calle.
Está previsto el reciclaje del agua dentro del edificio, reutilizando el agua de duchas y lavabos, para los inodoros y el riego por goteo.
Es un proyecto pensado para el cambio, para la transformación. Es una casa inestable. Nunca estará terminada.