- Área: 54 m²
- Año: 2012
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Fotografías:Joachim Midjo Andersen , Daniel Morales, Paula Asenjo Z.
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Tras casi cuatro décadas de vanguardia y experimentación en danza contemporánea, la destacada coreógrafa Carmen Beuchat vuelve a Chile dejando atrás Nueva York, para radicarse en Chile, y combinar estadías entre Valparaíso y Pucón
Sin pretensión de ser una interpretación de las estructuras coreográficas de Carmen Beuchat el proyecto desde sus primeras reflexiones gira en torno a una espacialidad apropiada para la práctica y el ensayo de la danza, propiciando fenestraciones que respondan al movimiento del sol para enfatizar la iluminación natural y el paso del tiempo en el interior, donde las líneas rectas aparecen como el contrapunto tanto a la curvatura del movimiento como a la del entorno natural nativo, salvaje, casi intacto donde se emplaza. Estas consideraciones, sumadas a un ajustado presupuesto el cual determinó su metraje, materialidad y el equipo de trabajo, fueron el universo de variables que dieron forma al encargo.
Primer gesto, sobre el emplazamiento
La casa posa su acceso suavemente sobre el suelo que la soporta, en un pequeño claro del bosque nativo para no tener que cortar ni un solo árbol, la orientación longitudinal Norte/Sur de este claro permitió ubicar y direccionar el proyecto. Al norte el sol, al sur el volcán Villarrica.
Segundo gesto, sobre el clima
El clima lluvioso condicionó su apariencia volumétrica, por experiencias anteriores era necesario tener cubiertas con pendientes que hicieran fluido el escurrimiento de las aguas. El sentido de abstracción ligado al diseño contemporáneo nos ha llevado en muchas ocasiones a forzar cubiertas planas o volúmenes cúbicos hasta en los climas más variados y adversos, este error frecuente y propio de nuestras obsesiones profesionales nos hace negar constantemente el techo convencional a “dos aguas”, el cual es una solución simple, pero lógica para evacuar y protegerse de la lluvia.
Una alternativa a esta solución adoptada para este proyecto, la propuso Le Corbusier en el año 30, para la vivienda Errázuriz en Zapallar, invirtiendo las pendientes del techo, logrando así, un mejor asoleamiento y una apertura mayor hacia el paisaje, sin embargo, tener dos pendientes que convergen en el centro de la casa es un gran riesgo ante la intensa lluvia del sur, por lo tanto, tomando en cuenta estas consideraciones, el refugio de Carmen se desarrolló en base a dos volúmenes, cada uno con su propia pendiente, los cuales se intersectan para dar unidad al proyecto.
Tercer gesto, sobre las proporciones y el programa interior
Los 50mt2 interiores de la casa contienen 3 usos básicos; servicios, habitación y danza, cuyas superficies mínimas requeridas aumentan respectivamente. Para distribuir el programa se utilizaron 3 cuadrados que aumentan su superficie en la proporción 1:2:3, para esto cada cuadrado presentó un crecimiento en base a la raíz cuadrada de 2 y raíz cuadrada de 3, los cuales conformaron la habitación de Carmen y el espacio de danza respectivamente.
De esta manera, los recintos fueron claramente cualificados, el dormitorio compacto, direccionado hacia el volcán, y la zona de danza, amplia, alta, abierta hacia el norte, con dos ventanas apaisadas horizontales a nivel de piso para iluminar la superficie plenamente. Estos 2 recintos quedan articulados por el tercero que corresponde a una bisagra húmedo/utilitaria que independiza ambos recintos.
Cuarto gesto, sobre la materialidad
La casa debería tener fuerza y ser un permanente contraste entre sus elementos y usos. En cuanto a su materialidad, por mutuo acuerdo se optó por diseñar interiores austeros, limpios y blancos, contrastados con un exterior rugoso y oscuro.
Fue así que se optó por construir íntegramente en madera, el sistema estructural fue realizado en base a entramados compuestos por listones de pino impregnado de 2”x3” y 2”X4”, el revestimiento interior con placas terciadas multiuso, pintadas blancas al albayalde y el revestimiento exterior compuesto por tablas de pino Oregón nacional, sin cantear, puestas verticales y pintadas al carbolineo, que es un revestimiento muy usado en la zona y bastante económico.
Como elementos conectores entre el interior y el exterior de la casa se utilizaron marcos de pino Oregón nacional barnizados, cada fachada posee un marco el cual suaviza el enérgico negro de la fachada. Interiormente el único elemento que rompe esta ley es una cinta de placa terciada teñida y vitrificada la cual en su movimiento acoge la cocina a leña y se convierte en una barra, conformando el límite del área de danza.
Quinto gesto, movilidad
Finalmente, por ser un refugio de uso temporal, los elementos que arman sus principales vanos, son a su vez postigos que permiten cerrar y proteger la casa en los periodos en que se encuentre deshabitada.