- Año: 2009
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Fotografías:Shannon MacGrath
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este proyecto es un vivienda unifamiliar en Lorne, Victoria. Grandes árboles de eucaliptos se concentran en el extremo sureste de la manzana, ofreciendo un paisaje urbano arbolado. La casa debía contener zonas individuales para una pareja y sus dos hijas adultas, con la posibilidad de separar el acceso entre los espacios. Encargaron además un gran salón y una zona de comedor al aire libre con áreas de entretenimiento, en el que todos los miembros de la familia y sus amigos puedan reunirse. Otro requisito importante era un espacio para el yoga, aislado de los demás recintos.
Vistas al mar y los árboles cercanos debían ser consideradas, por lo que se hizo un estudio para asegurar su cuidado frente a la nueva estructura.
Las limitaciones de planificación se estiraron hasta el límite, lo que maximiza la cobertura del sitio del 35% y los reveses específicos de la zona. Las vistas desde las casas vecinas fueron también un factor importante, es por eso que la construcción mantiene un bajo perfil en la parte trasera para evitar el impacto visual a sus vecinos.
La planificación de la casa tiene como objetivo demostrar que cada habitante tiene un centro "físico" diferente. Mientras cada usuario se aísla o interactúa con el otro, la percepción de su entorno construido y el uso del mismo se ajusta, por lo tanto se han creado espacios que cambian continuamente.
Esto a su vez se relaciona con el proceso espacial del yoga tratando de lograr el equilibrio interior a través del movimiento y la quietud. Múltiples espacios exteriores privados son un ejemplo de esto, a través de una planificación asimétrica en el sitio en referencia a los árboles. La trayectoria curva de la vivienda principal en el dormitorio principal ofrece otro ejemplo, ya que las paredes externas e internas entre estos espacios se extienden en 3 dimensiones. Cada elemento de carpintería entre estos espacios refuerza la relación tensa a través de su forma. En muchos aspectos, el diseño tiene como objetivo destacar la importancia del proceso en lugar de lograr un equilibrio entre sí.
La relación de los edificios con los árboles ofrecen una lección importante para aceptar y trabajar con las influencias externas. Su presencia es constante pero varía tanto a nivel interno como externo. El impacto de la calle, así como las vistas hacia los árboles desde el interior, genera una relación equilibrada entre la forma construida y la naturaleza, que a su vez está en continua evolución con el paso de las estaciones y los cambios de luz.
