Descripción enviada por el equipo del proyecto. Vivienda unifamiliar para uso propio que se desarrolla en tres niveles, sobre parcela rectangular de 40 x 20 metros, que linda con el campo de golf. Su ubicación frente al golf y el clima árido con fuertes vientos de levante, son claves en el proyecto.
Todo el edificio, así como el cerramiento de parcela, se ha ejecutado con hormigón visto autocompactante, encofrado mediante paneles fenólicos, buscando una imagen sólida, cerrada totalmente al norte y a levante para protegerse de los vientos, y abierta al sur donde coinciden soleamiento y vistas al golf y mar.
Todos los huecos cuentan con doble piel, la interior de aluminio y doble acristalamiento, y la exterior mediante mallorquinas de lamas de sección cuadrada de madera de iroko, que son fijas, o replegables en función de las necesidades.
Interiores resueltos con dos materiales: suelo de madera de roble natural, y resto de paramentos en pladur.
El aspecto donde hemos puesto mayor esfuerzo es en la contraposición de los dos elementos básicos del edificio: la dureza y pesadez del hormigón visto ejecutado “in situ”, y la ligereza de las mallorquinas de lamas de iroko que protegen los grandes huecos acristalados.
El hormigón visto se ha elegido por ser intemporal y contemporáneo a la vez. No son pocas sus cualidades: masividad, fuerza, su carácter monolítico con continuidad entre paramentos, consiguiendo un volumen unitario. Se consigue así una volumetría pura y contundente.
La piel de lamas de madera de iroko, de sección cuadrada 40x40 cm. y dispuestas horizontalmente permiten tamizar el exceso de luz, dar privacidad al interior y controlar la entrada de los rayos del sol, permitiendo su entrada en invierno, e impidiéndola en verano. El sistema de sujeción de las lamas se ha llevado a cabo con marco de aluminio interior, por lo que no se percibe exteriormente.