Esta casa fue construida por el diseñador industrial Ross Stevens en Wellington, Nueva Zelanda, y se compone de una gran variedad de materiales reutilizados, incluidos los contenedores de carga apilados. Ubicada en la ladera de una colina -en un terreno abandonado y residual-, los contenedores que la constituyen son totalmente evidentes, al igual que su mobiliario de piezas recicladas.
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Los containers de 2.4 x 12 metros son apilados una encima de otra sobre un garage de armazón de acero. Diseñado para su uso personal, Stevens tuvo la intención de utilizar la casa durante la semana, mientras enseñaba a nivel local como profesor de diseño industrial. Stevens se planteó el proyecto en base a "componentes que estaban disponibles", con independencia del uso previsto o la apariencia del objeto.
Dramáticamente, el proyecto está situado en una zona residencial cerca de un vertedero de basura local. Un terreno excavado abandonado fue el espacio suficiente para los contenedores, que se insertan en el acantilado que lo rodea.
Los espacios se organizan en base al garage en la planta baja; entrada, cocina y sala de estar en el primer nivel, invernadero, dos dormitorios y baño en el segundo piso y un dormitorio grande/espacio habitable con balcón en el tercero.
Otros componentes que se han incorporado en el diseño incluyen secciones de torre grúas, escaleras de escape de incendios y acero proveniente de residuos industriales.
Vía Treehugger / Fotos Vía Flickr Usuario Petraalsbach