El Nuevo Museo Tamayo esta diseñado sobre una empinada ladera en Atizapan, en las afueras de la ciudad de México. El edificio que lleva su nombre en memoria del artista Rufino Tamayo (1899-1991) pretende ser un foco visible de la cultura a nivel internacional. Con una forma en planta que simboliza una cruz, éste edificio reparte su programa de manera ordenada en espacios destinados a todo el público y espacios para los administrativos.
Es principal concepto tras el diseño de este museo es el de ser una caja cerrada que revela parte de su interior e invita a los visitantes a ingresar. Espacio de embalaje, restauración y almacenamiento serán abiertos a los visitantes con el objetivo de que puedan conocer todas las etapas y estados que tiene una obra de arte antes de ser exhibida.
El proyecto es simple y simbólico, sus formas se comportan de manera funcional y efectiva tanto en el interior como en los exteriores. Por el interior los espacios están pensados para que cada área se comporte de la mejor manera posible con las obras de arte expuestas. Por otro lado el diseño de la envolvente permite buen comportamiento frente al asoleamiento y buena ventilación.
Arquitectos: Rojkind Arquitectos + BIG Ubicación: Ciudad de México, México Cliente: Patronato Tamayo Superficie construida: 3,500 mt2 BIG Architects Arquitecto a cargo: Bjarke Ingels & Andreas Klok Pedersen Equipo: Pauline Lavie, Maxime Enrico, Pål Arnulf Trodahl Rojkind Arquitectos Arquitecto a cargo: Michel Rojkind Equipo: Agustín Pereyra, Monica Orozco, Ma. Fernanda Gómez, Tere Levy, Isaac Smeke, Juan José Barrios, Roberto Gil Will, Beatriz Díaz, Joe Tarr Ingeniero estructural: Romo y asociados Paisajismo: Entorno taller de paisaje Diseño gráfico: Ernesto Moncada Imágenes: Glessner Group – Germán Glessner