Reconversión de un territorio desvastado:
Una hora caminando por una sinuosa huella que se encumbra por las laderas de un cerro hasta llegar a su cima. Caminando entre bosques de renovales y vestigios de una antigua explotación maderera. La reconversión de este territorio significo el fin de la tala y la incursión en diversos rubros, todos ellos de subsistencia, como la plantación de papas y avena. Curioso encontrarse con estas flores violeta coronando las lomas despejadas que definen el límite del antiguo bosque y la superficie para el cultivo. Qué hace esta arquitectura merodeando este lugar. Buscando la conexión entre reflexión y obra. Intentando definirse un quehacer para el territorio. La obra esta compuesta de dos volúmenes distantes 80 metros uno de otro. El uno mira de perfil al Volcán Villarrica, el otro de frente a los lagos Calafquén y Panguipulli. Una cerca construye el límite a los animales y la arista a los visitantes que acceden a caballo o a pie desde el bosque. 96 piezas de 10 x 120 pulgadas conforman el cuerpo principal, bodega de acopio que permite a estas comunidades duplicar su producción.
En invierno será guarida de los cazadores de jabalí; en verano parador de excursionistas, curiosos y naturalistas. Las 38 toneladas del casetón surgen como respuesta definitiva. Estos volúmenes están construidos con la historia material del lugar, no con la estrategia del andinista. Surgen de la voluntad del hacer. Cada una de las piezas ocupadas fue recogida de cada uno de los árboles abandonados por la forestal. Cada pieza fue aserrada en el lugar, modelada en el lugar, espigada en el lugar, inventada en el lugar. Un arduo trabajo del leñador, que, probablemente, culmina sus días construyendo para el lugar con la misma voluntad con la que antaño lo devastó. ¿por que construir una obra de arquitectura en Pinohuacho? Esta respuesta viene dada por reconocer 2 antecedentes a la obra. El primero es haber realizado los estudios de arquitectura en la escuela de la Universidad de TALCA, lo cual trae consigo la preocupación de hacer arquitectura donde no la hay, y con lo que hay. El segundo, haber establecido estrechas relaciones con una comunidad que se pregunta sobre su que hacer en el territorio que habitan, y poner a disposición de éste, su organización social y habilidades intrínsecas para construir su nuevoque hacer sobre aquel territorio devastado.