Arquitectos: Equipo Olivares Arquitectos Ubicación: Calle Veremundo Perera, 38006 Santa Cruz de Tenerife, Canary Islands, España Equipo De Diseño: Javier Pérez-Alcalde Schwartz Fotografías: Lluís Casals
Carlos, Emma, Carla y María querían una casa luminosa. A partir de ahí, el resto corría de nuestra cuenta. Y así, la vivienda se plantea teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
Adaptación del volumen a ambas medianerías. La normativa permite 3 plantas, conque la vivienda supera en altura a sus vecinas. Por ello retranqueamos la planta alta (permitiendo de paso que el sol se cuele dentro de la casa por un tragaluz), y así fijamos la altura del edificio adaptándonos al vecino izquierdo, mientras que la medianera derecha es una continuación de la fachada para responder a la menor altura de la vivienda derecha.
Fuga visual. Al tratarse de una calle estrecha con su mejor perspectiva dirigida hacia las montañas cercanas, la vivienda se vuelca hacia su luz interior y sólo se asoma mediante una urna de vidrio orientada al sureste.
Luz. La vivienda por tanto, mira hacia dentro y quiere sacarle jugo a un solar profundo, de manera que su sección se organiza para permitir la iluminación natural. Mediante tragaluces y suelos de pavés el sol entra generoso en baños y zonas comunes, y el vidrio que se dispone en frentes y barandas interiores contribuye a su difusión.
Flexibilidad. Quisimos que la vivienda pudiese ser adaptable: al clima de Santa Cruz (el salón y la cocina-comedor se unen mediante el patio central gracias a sendos planos plegables de vidrio, convirtiéndose en un solo espacio la mayor parte del año); a las diversas formas de habitar (el dormitorio principal se abre integrándose con la escalera y el vestíbulo a voluntad); a las contingencias familiares (el garaje es también zona de juego); a las personas mayores o a las mudanzas (la vivienda dispone de ascensor); al uso mixto (una librería que acompaña un recorrido, el mobiliario que se diseña al efecto)
Vegetación. Desde la palmera que se dispone en la fachada ayudando a componerla hasta las paredes interiores de los patios (que se forran de una malla romboidal por donde treparán las enredaderas), la vegetación contribuye decididamente a la esencia de esta vivienda.