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Arquitectos: AGLIATI + SALINAS Arquitectos
- Área: 100 m²
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El proyecto de esta librería comienza con el encargo de utilizar el acero negro, producto de su reciente uso en las oficinas editoriales, y desarrollar la propuesta en lo que era un recinto técnico del piso diseño del mall Parque Arauco, el que posee una altura considerablemente menor al resto de las tiendas. Esto último se transformó en un elemento favorable para una propuesta de atmósfera íntima para esta librería dentro del mall, sin perder de vista la imagen exterior, la cual se trabajó ocupando el frontón del mall alcanzando los 6 metros de altura.
De esta manera, su fachada se compone por el acceso y las vitrinas que ocupan la misma altura interior, y el lleno, que se conforma por planchas de acero negro separadas por perfiles cromados, material que también se utiliza en el nombre contrapunto y en algunos detalles interiores. Al interior se propusieron los muebles biblioteca enchapados en mañío, los que recorren perimetralmente toda la librería y que además de contener los libros de canto en sus nichos, poseen una línea contínua con libros de frente los que se iluminan desde el mismo mueble, generando una pausa con una muestra específica.
Para el resto del mobiliario, mueble caja, mueble vitrina, y muebles de exhibición también se utilizó el acero negro, combinado con el enchape en mañío, logrando una unidad en la propuesta material, que termina por completarse con el uso de la piedra pizarra negra en el pavimento y en pequeños tramos de muro donde también se exhiben libros.
Se propuso también que uno de estos muros se dejaría para exhibir fotografías relacionadas a cualquier ámbito cultural que contrapunto quiera mostrar, para lo cual se proyectó un bastidor cromado con fondo blanco e iluminado en sus bordes para sostener las fotografías que irán cambiando en el tiempo, y que comenzó con una del destacado fotógrafo Luis Poirot.
Así como en las oficinas editoriales, para esta librería se escogieron tres mesones antiguos para complementar la exhibición de libros, y dos sillones rojos para que los clientes tengan la opción de sentarse a hojear los libros.
