Arquitectos: L’Escaut Architectures Ubicación: Mont-sur-Marchienne, Belgica Arquitectos: Olivier Bastin, Eloisa Astudillo, Nele Stragier, Florence Hoffmann Año Proyecto: 2008 Área Proyecto: 8230.0 m2 Fotografías: Cortesía de L’Escaut Architectures
Oculto dentro de un bloque tradicional de viviendas, la nueva ampliación del Museo de Fotografía de Charleroi echa raíces en el huerto de un antiguo convento carmelita. El edificio se encuentra dentro del recinto del convento, ocultando un gran jardín que cuenta con varios árboles registrados en el Inventario del Patrimonio. El parque está rodeado de patios traseros de las calles suburbanas, una escuela pública y un complejo deportivo.
Al invertir el parque, el nuevo edificio invita a los visitantes y vecinos a que habiten este espacio interior al aire libre. El parque crea el vínculo entre las tres funciones sociales: cultura, educación y deportes. Su apertura al público se convierte en una cuestión de la dinámica social y la transformación urbana.
Desde el exterior, el nuevo edificio parece un llamado a los alrededores, su sucesión de huecos crea líneas de visión o fondos de una escenografía espacial. Las formas múltiples en el primer plano pasan a ser significativas ya que se relacionan con su contexto. El paseo interior atrapa esta experimentación exterior y le da la forma de múltiples miradas.
La arquitectura borra lúdicamente los límites entre espacios interiores y exteriores: cruzando el pasillo de cristal del convento antiguo al nuevo edificio, el visitante se imagina a sí mismo proyectado en el parque; el voladizo crece hueco para permitir que la luz del día ilumine una cubierta de helechos; los jardines invernales albergan plantas aromáticas dentro del museo. Cada lugar constituye tanto una sala específica y una antecámara a los siguientes, como una especie de “espacio entremedio” o “intermedio”.
La transformación del convento en un museo de fotografía fue un proceso inverso en las lógicas existentes en el edificio. Un lugar donde mirar el mundo estaba prohibido por motivos religiosos, se convirtió en un lugar de revelación de la imagen por razones sociales. Su extensión desafía la lógica convencional de museo al multiplicar las relaciones con la fotografía, su historia y sus múltiples facetas de la representación.
La construcción de la viga en voladizo es un estreno en Europa: su apoyo se garantiza con el uso de paneles de madera laminada. El uso de la madera es el resultado de la experiencia del grupo Weinand que son expertos en el campo de las estructuras innovadoras de madera. Yves Weinand es profesor de la EPFL en Lausanne y aporta un know-how internacional al proyecto.