El jueves recién pasado terminó la cumbre G20 en Londres la cual reunió a los líderes políticos de las potencias mundiales para discutir los temas que moldean la agenda global. Como era de esperar se lanzó un plan de reactivación económica para salir del oscuro hoyo de la actual crisis. Un paquete de 1.1 trillones billones de dolares busca reactivar la economía mundial, principalmente la de los países más afectados. Esto se suma al plan de emergencia de US impulsado por Obama de 800 mil millones el cual busca entre otros importantes objetivos la construcción de edificios federales e inversión en obras públicas. Más fuentes de trabajo en el sector de la construcción significan más proyectos y trabajos para Arquitectos. Señales de humo o no, lo cierto es que de hacerse efectivo tal impulso económico las repercusiones en los mercados tomarán todavía un buen tiempo y por ende los proyectos que han caído como castillo de naipes no aseguran una reactivación en el corto plazo.
Sin duda en el plan de G20 de reactivación económica habían distintas posturas, por un lado Barak Obama y Gordon Brown intentando lanzar un salvavidas para impulsar nuevo gasto y nuevo crecimiento. Por otro, el frente Europeo con liderado por Nicolás Sarkozy y Angela Merkel que proponían una revisión a las bases del capitalismo que da forma al sistema. Interesante cuando se traslada esta discusión al ámbito de la arquitectura y las posibles formas de enfrentar la crisis. Muchos hablan de que éste es un buen momento para analizar y cuestionar los problemas que han conducido la economía al hoyo, siendo uno de los principales problemas la burbuja de precios en las propiedades y el excesivo endeudamiento de créditos subprime de US. Un sistema viciado que encuentra ecos en todas partes del mundo.
Precisamente el día de hoy supe de un compañero que trabajaba para Rafael Vignoly Architects, el cual acaba de perder su puesto debido al cierre total del estudio en Bahréin, Emiratos Árabes. Como él muchos han sufrido la misma (mala) suerte. Algunos han buscado refugio en la especialización volviendo a las aulas, otros han comenzado caminos alternativos trabajando en otras áreas o diversificando el rubro.
No hay que ser radical ni marxista para comprender que el cuestionamiento a las bases del sistema que se ha venido cimentando a lo largo de décadas y que el año pasado se hizo insostenible, hacen crítica la pregunta sobre cómo esperar una nueva reactivación. ¿De brazos cruzados hasta que pase el mal tiempo, la inversión vuelva y tus clientes tengan los recursos necesarios para encargarte nuevos proyectos?. ¿Perfeccionado nuevas áreas y diversificando la profesión?¿ Aprovechar el mal momento para regulando el mercado de profesionales?. Una pregunta de difícil respuesta, ya que si bien desapareció el financiamiento de muchos proyectos la disciplina sigue ahí y la arquitectura es por lejos lo más permanente que existe en nuestras ciudades. Por ahora una señal de posible reactivación con los 1.1 trillones billones que el mundo espera capitalizar lo antes posible, ojalá esta no sea una cortina de humo.
