El 3 de mayo, fue el pretexto ideal para dar a conocer a los ganadores del concurso CEFES, en el que se registró un total de 83 equipos participantes, entre estudiantes, profesores y profesionales de la construcción. El proyecto es el primero en el Estado dedicado exclusivamente a la profesionalización, capacitación y actualización del constructor. El primer lugar fue otorgado al equipo liderado por José Angel Zúñiga, Javier Heriberto Solís de Santiago y Andrea Mantecón. Más imágenes a continuación.
Es así como la veta se volvió parte integral de nuestro proyecto y lo convirtió en un sistema de 3 elementos con diferentes direcciones, basadas en el potencial del terreno. Estas direcciones son ejes trazados según los aspectos naturales del sitio como el recorrido del sol, los vientos dominantes y el aprovechamiento de sus vistas de casi 360 grados. Siempre teniendo en cuenta la topografía natural. La topografía siempre fue un valor agregado al proyecto, ya que se rescató lo más posible las pendientes del cerro para poder emplazar los volúmenes en forma escalonada a manera de terrazas. Este mismo emplazamiento nos permitió utilizar las azoteas de los volúmenes como terrazas y así contar con espacios utilizables al 100%.
El programa se propone de manera en que queden agrupadas las diferentes actividades en cada uno de nuestros edificios, pero siempre generando interacciones entre las diferentes personas, aunque se dirijan a diferente edificio. Pensando en que la escalera no solo funcione como circulación, sino también para espacio de convivencia e interacción entre los usuarios. El proyecto cuenta con un tema que propone 3 edificios con un módulo estructural a base de cartelas de concreto de 9m x 9m, de mismas proporciones y un elemento no tema, que propone el mismo módulo pero de diferentes proporciones.
La propuesta se diseño para que el edificio pudiera aplicar para la certificación LEED. Es de esta manera como potencializamos las propiedades del terreno como sus vistas, orientaciones, pendientes y ventilaciones. La pendiente del sitio y su manera de escalonarse nos da la posibilidad de aprovechar las azoteas para uso con jardinería, texturas y cambios de pavimentos. La vegetación propuesta para todo el complejo se basa en una paleta vegetal de bajísimo mantenimiento como son las cactáceas, agaváceas y suculentas de la región. Esto incluye árboles como huizaches y mezquites y arbustos. Dentro de las cactáceas y agaváceas se proponen cactus, sotoles, agaves y yuccas filiferas. Logrando así un ahorro considerable en el gasto de agua.