El futuro del ahorro de energía en edificios se ve marcada por soluciones innovadoras que hace uso inteligente de la luz del día. De las soluciones innovadoras más actuales en el mercado hoy en día, se encuentra la tecnología de fibra óptica, la cual literalmente hablando, transfiere la luz natural a espacios donde no la hay.
Más información, después del Salto.
Esta tecnología requiere de tres componentes: un recibidor, un cableado, y una luminaria. El recibidor, como una flor, sigue el recorrido del sol, mientras que el cableado lleno de fibras opticas, transfiere la luz conectándose a la luminaria que finalmente distribuye cuya luz al interior del espacio.
Algunos sistemas más avanzados cuentan con la capacidad de filtrar toda radiación no visible (UV), lo cual reduce la necesidad de enfriar los espacios interiores (Parans). De hecho, una iluminación usando la luz natural no automáticamente significa un ahorro de energía, sino que se debe de buscar siempre la solución más inteligente. A veces, una abundante penetración de la luz del sol calienta demasiado el interior de un espacio, lo cual incrementa el uso del aire acondicionado y por ende el consumo de energía. Es por esto que muchos edificios no instalan ventanas por muchas partes. Sin embargo, la tecnología de las fibras ópticas es prometedora como solución hacia esto.
Más aún, las fibras ópticas cuentan con ventajas que la luz eléctrica no ofrece. Por ejemplo, no se desprecia la cantidad de lúmenes por lámpara a lo largo de los años, ya que este sistema no utiliza un balastro (lo que provee la corriente de energía a la lámpara).
Trabajar, aprender y vivir en la luz natural es algo que no sólo es agradable y hermoso, pero la luz natural del sol también juega un papel crucial para mantener alerta nuestra mentes y nuestros cuerpos en equilibrio. Permite al usuario mantenerse en contacto con su exterior y tener acceso a lo importante que es la luz del sol, incluso cuando tenemos que permanecer en el interior.
