Diseño de iluminación: LLD – Pascal Chautard, Gonzalo Sáez, Francisca Mackenzie Ubicación: Av. Vitacura 4562, Vitacura, Santiago, Chile Museografía: Amercanda – Cristián Valdés, Pablo Cordua, Bernd Haller Fechas inicio 2002 Fecha termino: 2005 Cliente: Museo de la Moda Fotógrafas: Macarena Álvarez y Leonora Vicuña
El lugar donde se emplaza el museo es la casa de la familia Yarur Bascuñan, construida entre los años 1960-1962 y diseñada por los arquitectos chilenos Carlos Bolton, Sergio Larraín, Luis Prieto y Jaime Lorca. El estilo de la casa Yarur Bascuñan transita entre las influencias de la arquitectura moderna y la retorica vanguardista del arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright. Además podemos considerarla dentro de la tradición minimalista, la cual asume dentro de sus elementos fundamentales líneas y espacios de influencia japonesa: una gran techumbre de tejas de alerce, aleros extendidos que cobijan espacios amplios y puristas así como también un inspirador espejo de agua en el acceso.
A cargo de la oficina AMERCANDA, el proyecto museográfico se instala en la casa con estructuras ligeras y superficiales con el fin de conservar la casa lo más parecida a como se encontraba en la época de su construcción. El desafío de un museo dedicado al vestuario implicaba una serie de imperativos técnicos propios de la temática textil. La colección del único museo de la moda de Latinoamérica, que hoy supera los 10.000 artículos entre textiles, vestuario y accesorios, tiene en su lista piezas que datan desde el siglo V hasta nuestros días, la gran mayoría de sensibilidad extrema.
La conservación o más bien, la mínima deterioración se transformó en uno de los objetivos principales del proyecto de iluminación, evitando así estropear fibras, plumas, tintas, cueros… durante su exposición. Los criterios de conservación adoptados fueron del más alto nivel, al igual que los que se utilizaron para la construcción de seis pisos subterráneos de depósitos que ya cumplían con los requisitos más exigentes de conservación en el globo.
LLD trabajó desde el inicio en el proyecto, optando por la utilización de fibra óptica en las vitrinas ya que no transmite radiación Infra Roja (IR) ni radiaciones Ultravioletas (UV). Este sistema es de gran flexibilidad ya que presenta una gran variedad de terminales ópticos y accesorios intercambiables, y permite dejar los generadores de luz fuera de las vitrinas, pudiendo así realizar operaciones de mantenimiento sin riesgo para los objetos en exhibición. Se diseñaron parrillas técnicas para distribuir la fibra óptica de manera eficiente y funcional (miniaturización de las parrillas técnicas de teatro) ubicadas al interior de las vitrinas en la parte superior, otorgando gran flexibilidad en la instalación gracias a que se pueden ubicar las luminarias en cualquier parte de la parrilla.
En relación a los criterios de conservación utilizados, junto con utilizar fuentes de luz sin emisión de radiaciones UV e IR, y mantener las piezas expuestas a niveles de iluminación menores a 50 lux, para disminuir más aun la exposición de los vestidos, se implementó un sistema de obturadores de luz “DMX” situados en los mismos generadores, los cuales accionados con un sensor de presencia cortan la iluminación de las vitrinas cuando no hay visitantes dentro de las salas. Para cada nueva exposición, LLD desarrolla un proyecto de iluminación específico, en colaboración con los museógrafos y la curadora Lydia Kamitsis y se hace cargo de la puesta en marcha controlando, orientando y escogiendo cada terminal de fibra con su lente y filtro correspondiente para cada uno de los más de 1.800 terminales de luz.
Estos terminales, al momento de su regulación permiten elegir determinados ángulos de abertura del haz de luz entre 5º y 60º y pueden ser recortados con los sistemas de aletas corta flujo. Por su parte, los porta-filtros permiten un control dinámico de la temperatura de color o la posibilidad de agregar un color para así destacar los colores protagónicos de los vestidos, sabiendo que para el aparato visual humano el nivel de iluminancia de 50 lux recomendado para piezas muy sensibles no permite la visión correcta de los colores. Este sistema de acentuación cromática permite mejorar la apreciación de ellas.
Estas condicionantes obligan a trabajar en un ambiente bastante oscuro lo que implica un período de adaptación del aparato visual humano al ingresar desde el exterior. Dicho proyecto se gestó en un escenario de condiciones de trabajo óptimas con altos estándares de calidad, el desarrollo del diseño de iluminación ocurrió desde el inicio del proyecto museográfico permitiendo una correcta integración entre museografía, arquitectura y diseño de iluminación para la obtención de resultados de excelencia.
Hoy, este museo se ha transformado en un destino turístico de Santiago y un lugar recomendado para visitas tanto desde Estados unidos o desde Brasil.
