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Fotografías:Pedro Pegenaute
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La sede de la Comarca del Bajo Martín está formada por nueve poblaciones históricas en Teruel, ubicadas en la cuenca del Río Martín. Alabastro, que se extrae de las canteras de la zona, es uno de sus principales recursos, dedicado a la exportación y promoción cultural, a través de rutas, las embarcaciones de reunión y actividades de arte, organizados anualmente por el Centro para el Desarrollo Integral de Alabastro.
El sitio está ubicado en las afueras de Híjar, capital de la provincia, a lo largo de la carretera nacional N-232 y el antiguo silo abandonado. Este lugar fue un ambiente disfuncional urbano, incluyendo la existencia de edificios industriales, y el frente de casas residenciales, justo al otro lado de la carretera.
La ausencia de las cualidades urbanas en los alrededores legitima una determinada condición autónoma de la construcción, creciendo desde la tierra para formar una solución unificada, clara y compacta. Por lo tanto, el vínculo necesario entre la construcción y el lugar, reforzado por su carácter institucional, no articulado a partir de las relaciones urbanas con el entorno inmediato, sino que a partir de las referencias al paisaje geográfico, a la historia y cultura, presentes en su configuración externa. El grupo de volúmenes tallados en materiales locales; piedra y alabastro, alude, de una manera abstracta y geométrica, a los grupos que se producen en las canteras de la zona. Las superficies de piedra, opacas o translúcidas, exhiben materiales y características expresivas de alabastro en relación con el día o la iluminación nocturna.
Los volúmenes del grupo ordenado en el exterior, compacto, pesado y macizo, se vierte en el interior. El espacio penetra y perfora el volumen sólido, produciendo un sistema dinámico entre los huecos, conectados visual y espacialmente en diagonal, vinculando las tres plantas y articulando los espacios de circulación, el acceso y la reunión. La continuidad con el material exterior y la presencia de luz natural en el interior a través de diversas lagunas, refuerza la condición del espacio vacío dentro de la excavación, extraído de la sección como una herramienta fundamental del proyecto.
La organización funcional del proyecto se divide en tres bandas construidas paralelas a la vía. La primera es el acceso principal y, el segunda, las zonas del vestíbulo de la gestión y administración, y en tercera, el auditorio y las aulas. La distribución de las plantas se distingue entre las áreas más públicas en las plantas baja y primera, y más relacionados con la gestión interna y el trabajo en la segunda. En contraste con las paredes de piedra, en el interior el acabado de madera de bambú es la terminación de los espacios más significativos, como el salón principal, destacando su uso público, institucional y representativo.