1. Siempre haz más de lo que te piden. 2. Prueba cosas nuevas. 3. Enséñale a otros lo que tú sabes. 4. Convierte el trabajo en juego. 5. Toma recreos. 6. Trabaja mientras los otros descansan. 7. Crea siempre. 8. Inventa tu propia inspiración. 9. Ama lo que haces sino abandónalo. 10. Forma equipos.
Me encontré hace poco con este listado de “infalibles” o reglas para la vida de un creativo, que me parecieron totalmente aplicables a un arquitecto y al ejercicio actual de la profesión.
De alguna manera representan también una manera de ejercer la profesión que podríamos señalar como ideal y que muchas veces producto de diferentes necesidades no es posible.
Es algo muy común en el hombre realizar listados en torno a ciertas situaciones o hechos y que buscan con ello generar una cierta reflexión o conocimiento objetivo siempre cuestionable, ya que no creo que exista una receta de éxito.
Sin embargo y tomando la información de este decálogo, quizás son 2 los temas que me llaman la atención.
En primer lugar, los conceptos detrás de las ideas y que son claramente reconocibles, Trabajo, Perseverancia, Innovación, Enseñanza, Inspiración, Pasión y Entretención. Creo que no son nada nuevo, pero al menos la combinación de todos ellos resulta interesante y sobre todo integral, recordándome a algunos arquitectos que me ha tocado conocer por diversos motivos y me parece que se acercan a un ejercicio de la profesión como éste y que me resulta muy atractivo al mismo tiempo.
Dentro de todas estas ideas hay una en particular que me parece fundamental y es la de Entretención. Me parece que este aspecto es fundamental para lograr un resultado satisfactorio al momento de hacer un proyecto y eso se nota cuando sucede en una obra, cuando sucede lo contrario, los resultados no siempre son los mejores. Piensen en sus mejores proyectos ya sea en el ejercicio profesional o la universidad, y en que contexto se llevaron a cabo.
Sin embargo el segundo punto y quizás más en contra de este listado es que muchas veces escapa a la realidad, ya sea por falta de oportunidades o porque muchas veces las necesidades se anteponen a la manera en que nos gustaría ejercer la profesión. A esto se podría sumar el hecho de que los clientes no siempre confían en el arquitecto todo lo que nos gustaría, lo que termina en desmedro del propio trabajo y resultado final del proyecto.
¿ Qué opinan ? ¿Cuál sería tú decálogo ?
listado vía www.creativesomething.net
