Descripción enviada por el equipo del proyecto. El nuevo edificio Kaze Paulista se insertó en un terreno pequeño y estrecho, y pegado en ambos medianeros. Abandonado durante 20 años, el edificio tuvo que ser demolido y reconstruido de acuerdo a la ocupación. Así, a pesar de estar completamente integrado a la tierra, había una serie de condiciones que no permitían una completa libertad para proponer la espacialidad arquitectónica.
Limitado por las dimensiones y la necesidad de iluminación para el salón de belleza, la fachada y el vestíbulo, el edificio cobró gran importancia. Los espacios se organizan de una forma sencilla en cuatro plantas, conectadas por una escalera de metal grande en la parte delantera del edificio: la planta baja alberga la recepción y los vestuarios, mientras que las dos plantas superiores contienen los espacios de servicio. La planta superior es donde se encuentra la administración, y su personal, en donde el espacio se abre a una terraza sobre el techo, para el descanso de los empleados.
Las dos plantas de servicio están cortadas por un jardín que ayuda a iluminar el espacio y segrega los espacios cerrados: baños, salas de tintura y depilación. Para contribuir con el confort térmico, el jardín interior crea un espacio de estar y contemplación. Además de la vegetación, un enorme panel de ladrillo hidráulico, diseñado por el artista plástico Fabio Flaks especialmente para este proyecto, forma parte de este jardín interior.
Los edificios de la red Kaze, propuestro por FGMF, siempre buscan una arquitectura que aproveche al máximo las posibilidades de interacción con el medio ambiente. Esa es una de las premisas de los proyectos para la red, instalada ya hace casi una década por su fundador, Haruo Ishii.
Como la fachada y el atrio eran las únicas formas de obtenes lus y ventilación natural, se buscó trabajar los dos en conjunto para crear un sistema integrado y eficaz. Ese sistema, como puede ser verificado con más detalles en las ilustraciones, utilizó grandes paños de vidrio, extractores eléctricos, y aberturas regulares para garantizar la eficiencia energética del edificio tanto en verano como en invierno. Así, las limitaciones existentes en la volumetría del edificio acabaron por dictar su partido.
Otra grande preocupación era la relación del edificio con su entorno, en cuanto que los lados laterales, obligatoriamente, debían ser muros ciegos. Como predio comercial, las necesidades del clientes no se mezclan con el entorno inmediato, como la solución que tiende a sugerirse. Por otro lado la negación del entorno era inadecuada, una vez que se ignora la relación entre el objeto construido y la ciudad.
En respuesta surgió en conjunto con la solución del confort ambiental: como la fachada tenía un vacío de 4 pisos de altura y una piel de vidrio recortado para el acceso de luz y ventilación, el propio diseño transparente sería un contrapunto para los muros ciegos estructurales. Si bien la transparencia en medio de las fachadas dirige un diálogo con el exterior durante el día, por la noche la situación se invierte y todo el edificio se convierte en una especie de lámpara que marca la calle y llama la atención su curiosa forma casi como un doble faro en el mar.
Eficiencia Ambiental
La piel de vidrio es el medio primario para la luz natural, y, junto con el atrio central, forma parte de un ingenioso dispositivo de ventilación controlada y control pasivo de la temperatura.
En verano, la celosía horizontal protege la parte frontal del sol más fuerte, pero permite que algunos de los efectos y el calor entren a través del atrio de vidrio. Actuando como una gran chimenea solar, el vestíbulo de aire caliente empuja el aire de la habitación, haciendo que el aire acceda en el jardín, que a su vez es enfriado naturalmente por la sombra y la evapotranspiración de las plantas.
Por lo tanto, esta ventilación se encarga de tener un ambiente refrescante, lo que reduce la necesidad de aire acondicionado. Dos dispositivos de control de flujo de aire adicional ayudan en el vestíbulo, evitando un sobrecalentamiento: una ventana por encima de la puerta de entrada se puede abrir para el consumo adicional de aire fresco, y la cobertura de escape industrial se pueden activar para drenar más rápidamente el calor.
En invierno, cuando el sol está más bajo, la fachada recibe una mayor incidencia de los rayos y se calienta rápidamente. Con la capota cerrada y la ventana de escape abierta, el calor calienta la habitación, ayudando al confort interior.
La preocupación por la eficiencia energética se extiende también a la calefacción por agua, muy utilizada en el salón. Un sistema de calefacción por paneles solares y la calefacción de gas mixto ofrece un rendimiento mejor que la calefacción eléctrica y reduce el consumo de energía.