- Área: 140 m²
- Año: 2008
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Fotografías:Felipe Camus
Descripción enviada por el equipo del proyecto. El sitio era un vacio preexistente en la pendiente acotado por 2 magníficos muros de contención de piedra que definian un plano de 12 x10 mts, a 7.5 mts bajo el nivel de acceso. A su vez, se destacaban algunos árboles, un bien escazo para la aridez de la cordillera de Los Andes.
El deslumbramineto que produce la luz de la montaña y la pérdida térmica que producen las ventanas es algo que los viejos refugios de piedra de Farellones, construidos entre los años 40 y 60, sabían controlar mediante interiores contenidos y perforaciones puntuales en sus fachadas.
El proyecto plantea un volumen monolítico de piedra que llena parcialmente el vacio definido por los muros de contención. Sus aberturas son mínimas y fueron pensadas de adentro hacia fuera para iluminar algún acto específico o para enmarcar algún hito del paisaje, cuidando la privacidad ante los vecinos. Sobre este volumen cúbico de piedra, aparecen otros elementos desaplomados del perimetro del cubo que lo modifican y orientan: una ventana horizontal hacia la vista principal del valle cuyo espesor sirve de asiento, un volumen superior que sirve de chiflonera y hall de acceso, y un puente reticulado que vincula la calle con el nivel superior de acceso.
La ventana de buen tiempo para construir en la montaña es muy estrecha si se quiere mantener un bajo costo, por lo que se optó por un esqueleto de estructura metalica de pilares y vigas pre dimensionadas que minimizaron las faenas humedas de la obra. Luego, esta jaula fue revestida en una sucesión de capas que responden a distintos requerimientos: madera terciada al interior para generar espacios calidos, capas aislantes entre la estructura, capas impermeables y al exterior piedra pizarra que resiste noblemente las bajas temperaturas, la nieve y el paso del tiempo, estableciendo además una relación con los refugios de piedra vecinos. A diferencia de los viejos sistemas constructivos de dichos refugios, hoy demasiado caros, la piedra acá no tiene un rol estructural lo que es acentuado por su entramado horizontal y vertical, y al despegar levemente la llegada de los muros al suelo.
La vida en un Refugio
Los Refugios de Montaña están acostumbrados a recibir más gente de la que pueden alojar, más equipos de los que pueden guardar, mas leña de la que pueden quemar, y aquí, los ocupantes serian 4 hermanos y sus respectivas numerosas familias de esquiadores. Por lo tanto el refugio debía prever esta situación y la primera decisión consistió en plantear la subdivisión del programa en 3 plantas independientes. Una planta baja de dormideros mínimos en lugar de dormitorios. Una planta intermedia que, gracias a los metros ganados en el piso inferior, permitió generar un espacio de reunión en el que al menos se pueden formar 4 ambientes: para comer, jugar, estar y cocinar. Y un nivel superior de acceso y acumulación de equipos de montaña que a su vez sirve de terraza los dias de buen clima. Con ello en plena temporada invernal niños y adultos podrán convivir en relativa armonía.