Frente a la solución propuesta, planteamos una apuesta por la fragmentación del programa y el desplazamiento del Intercambiador a la zona norte de la parcela en planta semisótano, conectándose a este nivel con la estación de la Línea 1 de Metro. Con esta operación respondemos a varios temas:
Diferenciación de Flujos: se libera la planta baja de su uso como Intercambiador evitando las interferencias entre los usuarios del mismo y de los servicios terciarios. Se desplaza el transporte público a la cota del primer sótano sin perder el atractivo de contar con una ventilación e iluminación natural que doten a este equipamiento de un atractivo singular.
Creación de un nuevo Espacio Público: revisando el concepto de plaza y su significado en el tejido urbano de las nuevas ciudades y aprovechando la topografía natural del sitio, se hace una cubierta que servirá de soporte a un parque peatonal que conectará y cohesionará los distintos episodios que suceden en torno a la parcela: el nuevo espacio comercial, Ayuntamiento, Tranvía, y el sistema general de espacios libres.
Bajo rasante se plantea un estacionamiento público en tres niveles, para los usuarios de Metro y el resto en rotación. Se propone la conexión a esta misma cota con las paradas de autobuses, taxi y Metro. Un esquema de funcionamiento claro y sencillo que evita interferencias entre los distintos flujos generados, agilizando así los desplazamientos.
Los accesos de transporte tanto público como privado se realizan desde la A-3121 para evitar aumentar la congestión a que se encuentra el acceso público principal, mientras que existen salidas a los tres viarios que limitan la parcela con el fin de facilitar el acceso directo con los vehículos a los diferentes puntos de destino.
El Paisaje: La situación de las torres saliendo desde la cota de la plaza las dotará de un mayor protagonismo. Serán los elementos de mayor carga iconográfica de la operación. Permitiendo que lleguen con claridad al suelo les otorgamos mayor esbeltez y representatividad, modificando el paisaje de la nueva ciudad de Mairena del Aljarafe.
Las torres de hotel y las oficinas estarán relacionados a través de un edificio de dos plantas de altura que resuelve el contacto con el suelo, ejerciendo de intermediario entre las torres y la topografía del parque generado sobre la cubierta del intercambiador. Las torres se han resuelto definiendo su perímetro a través de una línea poligonal.
De este modo conseguimos enfatizar su verticalidad mediante pronunciadas sombras verticales y juegos de reflejos. La irregularidad de dicho perímetro permite además que la imagen de las mismas varíe con el ángulo de visión, obteniendo como resultado final, el de dos piezas escultóricas ricas en matices, aunque también sencillas e inmediatamente reconocibles.